El Papa, durísimo contra el gobierno de Javier Milei
Francisco se salió de su discurso en un encuentro de movimientos sociales que se hace en El Vaticano para criticar fuertemente la represión de la semana pasada en el Congreso. "Pagó el gas pimienta de primera calidad".
El papa Francisco volvió a pedirles a los movimientos sociales que sigan luchando en paz, por “tierra, techo y trabajo” y reivindicó la justicia social. Como parte del primer encuentro de movimientos de ese tipo en El Vaticano, el Sumo Pontífice criticó con dureza a la administración de Javier Milei.
Francisco cuestionó la actuación de las fuerzas de seguridad durante la protesta que hubo frente el Congreso por el debate de las jubilaciones, cuando fue utilizado gas pimienta. Además denunció “el silencio de la indiferencia que habilita el rugido del odio” y advirtió que “el silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, la división social a la violencia verbal, la violencia verbal a la violencia física y la violencia física a la guerra de todos contra todos”.
En un momento de su participación en el cónclave, el argentino dejó de lado su discurso y se refirió a la protesta ante el Congreso. “Me hicieron ver una represión, hace una semana o un poco menos. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle. Y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. Y no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas, no, no. El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía. Ténganlo en cuenta eso”, aseguró.
Tras ello Francisco se mostró preocupado por cómo avanza “una forma perversa de ver la realidad, que exalta la acumulación de riquezas como si fuera una virtud”. “Les digo: no es una virtud, es un vicio. Acumular no es virtuoso, distribuir sí lo es. Jesús no acumulaba, Jesús multiplicaba y sus discípulos distribuían”, sentenció. “La competencia ciega por tener más y más dinero no es una fuerza creativa, sino una actitud enfermiza y un camino a la perdición. Esa conducta irresponsable, inmoral e irracional está destruyendo la creación y dividiendo a los pueblos. No dejemos de denunciarla”, pidió.
“Esto no es comunismo, es Evangelio puro”, dijo Francisco sobre su discurso y continuó: “No es el Papa, es Jesús”.
En el auditorio lo escuchaban referentes de movimientos sociales de todo el mundo, entre los cuales se encontraban por la Argentina Juan Grabois y Alejandro “Peluca” Gramajo, los dos de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).


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