El frío comunicado del Hospital Central sobre la muerte de Pablo Peña

Pablo Peña, el reconocido peluquero puntano, murió tras cuatro días de sufrimiento en el que le trataron un fuerte dolor de espalda como una "contractura". Lejos del diagnóstico inicial, perdió la vida por una septicemia provocada por una neumonía. La familia apunta que se trató de un caso de mala praxis. La bronca por lo que ocurrió, se extendió en la opinión pública. Luego de que la madre de sus hijas y su hermana compartieran publicaciones en las redes sociales, donde expusieron los hechos, el Hospital Central "Dr. Ramón Carrillo" salió a responder con un frío comunicado que deja pocas precisiones y muchas dudas. 

El documento remarca que frente a los dichos de familiares y amigos que apuntan a la atención del personal médico, el directorio del Hospital procede a la activación del Protocolo de Gestión de Riesgo del Comité de Riesgos del establecimiento. 

Según aducen, se solicitó la investigación del caso, que debe incluir la revisión integral de la historia clínica de Pablo Peña, entrevistas con los profesionales involucrados en las diferentes etapas de atención del paciente y la solicitud de informes médicos adicionales de todos los participantes de los hechos detallados. 

"Desde la institución comprendemos y acompañamos en el dolor a quienes hoy lamentan la pérdida irreparable de un ser amado", expresa el comunicado. 

Al mismo tiempo, exponen que el compromiso con la familia y con los sanluiseños es revisar exhaustivamente todos los procedimientos realizados, "a los efectos de dilucidar dudas e incertidumbres en la praxis realizada, alumbrando la verdad médico-científica como una única respuesta". 

En un apartado que titularon "información preliminar", detallan que Pablo Peña ingresó al servicio de urgencias el 22 de enero, refiriendo falta de aire y desasociego, con un cuadro clínico compatible con shock (taquicardíaco, hipotenso, frío, sudoroso, cianótico, con livideces), por lo que fue internado de urgencia en el shock room.

Luego detallan que le realizaron exámenes diversos como laboratorio, electrocardiograma, radiografía de tórax, ecocardiograma, doppler vascular, tac, entre otros, descartado inicialmente shock cardiogénico y shock obstructivo y llegando a la conclusión de que el paciente estaba cursando un shock distributivo. 

Más adelante, precisan que se continuaron con medidas de sostén, trasladándose al paciente a terapia intensiva con el fin de compensarlo metabólicamente y estabilizarlo termodinámicamente. Según el documento, Pablo no respondió al tratamiento médico, presentando bradicardia extrema con posterior asistolia.  

El escrito no precisa qué ocurrió en los días previos, donde habían llevado a Pablo con los intensos dolores de espalda que trataron como una contractura. La familia asegura que no le hicieron ningún estudio, ninguna placa, y subrayan que solo le dieron analgésicos. Lo único que detalla el comunicado del Hospital es que Pablo había consultado previamente en dos oportunidades refiriendo dolor lumbar inespecífico, "no encontrándose relación directa con el cuadro clínico por el cual ingresó el 22 de enero". 

Por lo pronto, la única realidad es que la familia está destruida, sin respuestas claras, con el dolor por la pérdida y la bronca por las negligencias.