La pelota "se manchó": el fútbol mercedino "paralizado" por la escalada de la violencia

"Que la pelota no se manche...", es la icónica frase que acuñó el ídolo, Diego Maradona. Pero en Villa Mercedes, "se manchó" por las impericias de los funcionarios que no brindan las medidas concretas para garantizar la seguridad en las convocatorias futboleras. El clamor de los dirigentes de los distintos clubes, se repite: "Por favor, que el fútbol no se pare y cada encuentro no deje de ser una fiesta, un espectáculo...". Y en este sentido, la realidad es que tuvieron que suspender por tiempo indeterminado toda actividad de la Liga Mercedina de Fútbol por la escalada de los hechos de violencia y la falta de respuestas de la ministra de Seguridad, Nancy Sosa.

El caso que terminó por "colmar el vaso" fue lo que ocurrió con los enfrentamientos del pasado fin de semana, cuando en las afueras del estadio de Colegiales se enfrentaron las hinchadas del "Cole" y Jorge Newbery.

Referentes el ámbito futbolístico, confirmaron un comunicado que circula en redes sociales, que indica que la Liga Mercedina interrumpió -por tiempo indefinido- el fútbol por la violencia que se registra en las canchas por falta de policías. "Para este finde no hay fútbol infantil, ni Futsal ni primera. La ministra de Seguridad no recibe a los clubes. Esta medida es en protesta y por la gran necesidad de tener un canal de comunicacion con el Gobierno provincial", reza la misiva. 

El drama, en primera persona

Walter Roldán, referente del fútbol mercedino, contó que la situación que se vive tiene varias aristas, pero principalmente todo ronda hacia lo económico. Hoy por hoy, la situación de los clubes no está al alcance para que puedan hacer frente a los gastos que implica contratar efectivos policiales, por lo cual han recurrido a la seguridad privada. Asimismo, la seguridad privada está "muy limitada" en algunas cuestiones que la Policía no (cuando está la Policía la gente guarda respeto a las autoridades y la contención es más fuerte). 

"Año a año sabíamos juntarnos con el Ministerio de Seguridad y armábamos operativos en estadios de fútbol. No podemos pagar el servicio adicional de Policía porque el Estado nos cobra caro. A ello, hay que sumar el mal humor social que hace que la gente no esté bien. Tienen muchos problemas laborales, dramas con los ingresos en cada grupo familiar, eso hace que se potencie la violencia. Lo comento no para romantizar la violencia, sino para evidenciar que estascuestiones son las que están sucediendo", manifestó.

"Esto es un hecho preocupante al cual los dirigentes tenemos que dar la atención posible para que no vuelva a suceder. Promovemos la práctica del deporte con fin de contención social, no fomentamos estos hechos de violencia. Debemos frenarlo, en algún momento podemos lamentar una víctima (...) El Gobierno nos debe garantizar la seguridad y debe ser accesible. La solución es que la ministra se siente con los presidentes de los clubes, de la liga, que podamos llegar a un acuerdo y tengamos la posibilidad de proponer un hermoso campeonato para todos los simpatizantes, que todo pueda ser bajo normas de seguridad, de tranquilidad, que podamos ir a la cancha como siempre, con nuestras familias, con nuestros hijos, con nuestras esposas", agregó.

Al mismo tiempo, apuntó sobre la ola de robos en los vestuarios, donde han robado casi todo el techo de chapa, inodoros, canillas, tapones de luces, una ventana, entre otros elementos. 

Más voces

Carlos Oviedo, de Sportivo Mercedes, precisó que se decidió parar hasta tener una respuesta del Ministerio de Seguridad. Lamentó que no se puede seguir jugando con seguridad privada y remarcó que la decisión del "párate" fue tomada en pleno por el cuerpo de delegados. 

"No hay respuestas y entendemos que es como que no nos quieren atender. Queremos pagar, no estamos pidiendo nada gratis, pero es una locura lo que nos piden: $220 mil pesos con público local y $560 mil con público visitante. Y a esto hay que sumar los gastos de alquiler de canchas y boleteros. Con esta actitud del Gobierno provincial, no se puede y no vamos a esperar a que suceda algo grave para tomar una decisión. Estamos en riesgo todos", indicó.

Néstor Becerra, de San Martín, aportó que se optó por parar porque no se puede jugar. Específicamente lo que ocurrió a instancias de Colegiales y Newbery -donde hubo hasta armas- da la pauta de la complejidad de la situación.

"Nos sentimos inseguros. A los partidos van familias, el futbolero villamercedino es muy apasionado y todos los protagonistas corren riesgo. Entonces, al ver que no hay seguridad policial, la hinchada se abusa de eso. La seguridad privada que ponemos no puede requisar o actuar. Nos invade la pasión de hacer fútbol pero llega un momento que no se puede", señaló.

"Pedimos ayuda y no hay respuesta. Todo esto también pasa en el Futsal y en el infantil. Por ello se decidió no hacer más fútbol hasta no tener seguridad policial. No queremos llegar a situaciones tristes y como dice el dicho: antes de curar hay que prevenir. Hacemos un trabajo social y parece que nadie lo ve", concluyó.