Incendio y misterio: un detenido por el crimen de un comerciante puntano
El homicidio de Alexis Ezequiel Klavora cometido en Río Cuarto ya tiene un sospechoso. Se trata de un docente y gremialista.
Un profesor de lengua y dirigente sindical se encuentra detenido como el presunto autor del asesinato de Alexis Ezequiel Klavora, un comerciante de 42 años oriundo de San Luis pero que desde hace un tiempo está radicado en Río Cuarto.
La muerte de Klavora comenzó como una tragedia confusa y terminó revelando un crimen estremecedor. Lo que al principio parecía un incendio accidental, derivó en una causa por homicidio doblemente calificado y el sospechoso es Alberto Andrés Manara.
La Voz del Interior e Infomerlo publicaron que el horrendo caso ocurrió el domingo 1º de mayo en el edificio “Coronado”, ubicado en Constitución 567, pleno centro de Río Cuarto.
Al mediodía, vecinos detectaron humo negro saliendo del departamento 4º E y dieron aviso a los bomberos. Al ingresar, los rescatistas encontraron el cuerpo del comerciante en el baño.
Los peritos determinaron que su deceso se produjo “por asfixia provocada por el fuego”, pero también presentaba heridas de arma blanca superficiales. En un principio, se barajó la hipótesis de un siniestro doméstico, pero el análisis de cámaras de seguridad del sector cambió el rumbo de la investigación.
Se estableció que un hombre con un morral había ingresado al edificio en horas de la madrugada y después se lo ve saliendo con una mochila. Vecinos también declararon haber escuchado ruidos extraños, discusiones y un portazo. Además, en el departamento no se encontró la llave de la víctima, su celular ni su notebook, lo que hizo suponer un posible robo.
Este miércoles, el fiscal Pablo Jávega ordenó la detención de Alberto Andrés Manara, de 42 años, domiciliado en Roma 1063. Es profesor en escuelas públicas locales y delegado de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC). Fue imputado por homicidio doblemente calificado: por usar fuego como medio que puso en peligro a terceros y por “criminis causae”, es decir, asesinar para ocultar otro delito.
De acuerdo a la hipótesis de la Fiscalía, “Klavora habría permitido el ingreso del agresor, ya que no había signos de violencia en las cerraduras”. Se estima que la víctima podría haber tenido en su poder dinero de la recaudación del comercio donde trabajaba.
En el allanamiento del domicilio de Manara, se secuestraron prendas y dispositivos electrónicos. No trascendió si entre ellos estaba el celular de Klavora. Al momento de la detención, el acusado simuló haber ingerido una sustancia tóxica, por lo que fue trasladado al hospital. Los médicos confirmaron que no presentaba signos de envenenamiento.
El fiscal no descarta que el móvil haya sido económico, y por el momento no hay otros sospechosos. La causa sigue bajo secreto de sumario.
Foto: eldoce.tv
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