Una trabajadora del Plan de Inclusión necesita una prótesis, pero le niegan la cobertura
Claudia Edith Amero, de 49 años, sufrió la amputación de su pierna derecha en marzo. Aseguró que la obra social Dosep no la asiste en ningún aspecto. No puede afrontar los gastos por su propia cuenta.
¿Qué sucede cuando una grave crisis de salud choca con un sistema que no brinda apoyo? Para Claudia Edith Cañamero, de 49 años, significa una vida sin dignidad. Tras la amputación de su pierna derecha en marzo por diabetes, ahora enfrenta una lucha impensable: advierte que Dosep se niega a cubrir el costo de una prótesis. Su urgente súplica destaca una brecha crítica en la atención, que la deja sin un camino hacia una recuperación concreta.
De acuerdo a lo que manifestó en diálogo con un medio radial capitalino, sufrió la amputación como consecuencia de una osteomielitis. La mujer, de La Punta, tiene una vida de lucha y sacrificio. Tiene 6 hijos y trabaja desde los 14 años. Ha sido taxista, empleada de supermercado, y otras innumerables actividades. Actualmente se desempeña en el Plan de Inclusión, pero su problema de salud le ha impedido una mejoría digna que le facilite su movilidad.
"Quiero una prótesis, no quiero estar permanentemente encerrada en casa. Dosep no me reconoce absolutamente nada", subrayó. La mujer contó que uno de sus hijos la ayudó con los trámites y las consultas y, puntualmente a él, le aseguraron desde Dosep que no le reconocen cobertura en la parte ortopédica. Si Claudia quisiera adquirir la prótesis por su cuenta, debe pensar en una inversión que ronda al menos los $7 millones, una suma imposible.
"En la otra pierna me pusieron un stent, tengo daños por el peso que me genera cuando me levanto para ir al baño y para higienizarme, se me tapa una arteria. Me pusieron un stent para salvar la pierna y no sufrir otra amputación. Por eso la idea de una prótesis es urgente. Me tiene que abarcar desde arriba de la rodilla hasta el pie, es decir, es completa", aseguró.
"Necesito volver a caminar. Le digo a los políticos, no se olviden que soy un ser humano, una mamá, una luchadora de la vida. Siempre trabajé, hoy me tomé el atrevimiento de hacer un alias para recibir colaboración: claudia48.bna", agregó.
"No se olviden de que la gente del Plan somos seres humanos y que detrás hay familias. Tenemos derecho a tener una mutual que nos cubra cualquier necesidad de salud que tengamos", concluyó.
Habrá que ver cómo evoluciona el caso y si, finalmente, la obra social cubre algo tan elemental para su calidad de vida. La salud se mide más allá de la burocracia. La suma, en definitiva, es apenas "un vuelto" frente a otros gastos suculentos y superfluos que tantas veces se generan en incontables organismos del Estado.


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