El Senado provincial dio sanción definitiva a la ley para que en cada edificio público se incluyan desfibriladores externos automáticos (DEA), como medida preventiva para dar los primeros auxilios a quienes pueden padecer un episodio cardíaco. La norma también alcanzará a edificios y predios privados con gran afluencia de gente.
El desfibrilador es un artefacto electrónico que diagnostica y trata el paro cardíaco por fibrilación ventricular, que es un trastorno del ritmo que lleva a la pérdida total de la contracción y el bombeo sanguíneo del órgano, por lo que la persona fallece. Ese tipo de episodios se denomina muerte súbita.
La diputada justicialista Graciela Mazzarino, autora del proyecto, explicó que ésta es la causa más común de deceso en personas con problemas cardiovasculares de base y que es la principal causa de fallecimiento a escala nacional, al igual que en San Luis, donde provoca el 32,2% de las defunciones.
La aplicación del DEA implica un impulso de corriente continua que logra restablecer el ritmo efectivo del corazón en sus aspectos eléctricos y mecánicos.
La senadora del Departamento Belgrano, Mabel Leyes, dijo que el objetivo es que el artefacto esté a mano también en centros comerciales y predios deportivos. Y aclaró que el Ministerio de Salud provincial será la autoridad de aplicación de la norma.
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