Juan Bertín expondrá sus acuarelas en Uruguay

Los cuadros son como mis psicólogos. El reflejo que tengo en cada obra es un poco lo que soy, como una línea general de mí". Esa fue una de las primeras definiciones que Juan Bertín dio acerca de su trabajo.
El arquitecto y artista plástico autodidacta ganó el tercer puesto en la II Bienal Internacional de Arte Contemporáneo. La categoría que conquistó fue la acuarela. En la general quedó en el puesto doce entre 38 países que participaron de la gran exhibición.
"Yo me asocié a la Asociación Argentina de Acuarelistas. Todo fue este año. Empecé a pintar el 28 de febrero de 2013 y en acuarela, el 14  mayo de este año", contó acerca de su rápida carrera en ascenso por el mundo de las artes plásticas.
Gracias a esa organización encontró un sitio de internet para competir, primero, por un lugar en la Bienal. Luego se comunicó con la organización, se presentó, porque era la primera vez que exponía; y mandó quince acuarelas. 
"Me respondieron diciendo que eran muy buenas todas las atmósferas", recordó. Le dijeron que eligiera las que él quisiera.
Esa respuesta lo motivó aún más,  compró mejores materiales  y compuso otras obras, esta vez de más tamaño, entre ellas la ganadora, "Profundo atardecer". "Le doblé la apuesta a la organización porque ellos aceptaron lo que vieron y yo les mandé cosas nuevas".  
El éxito repentino le pareció un poco raro a Juan, pero no por eso perdía las ganas de crear. "Lo que pasa es que yo empecé a dibujar para trabajos arquitectónicos y no es lo mismo que hacer una pintura artística donde vos mostrás esencias y no cáscaras: la piel,  en el arte, se saca y se muestra o intenta mostrarse la esencia".
Cuando finalmente llegó a la Bienal, Juan se encontró con el competitivo mundo del arte. "Mis obras estaban donde exponían las galerías, el cuadro no estaba muy bien iluminado. Todo es un gran negocio y cada uno se acomoda como puede, pero mi cuadrito remó y pudo sacar distancia con las demás acuarelas".
El premio no fue más que un reconocimiento, pero Juan se vino satisfecho con su logro y además porque pudo conocer algunas personalidades importantes de la industria de las artes.