Luca Senatore recupera su vida normal y hasta juega al fútbol

La favorable evolución que tuvo Luca Senatore, el niño de nueve años que padece un linfoma de Hodgkin en sus ganglios, ha sorprendido a sus padres porque desde hace un mes que está en San Luis y lleva un ritmo de vida casi normal e incluso ya juega a la pelota. “El martes de la semana que viene le haremos un estudio en Mendoza y días más tarde tenemos que hacerle otro en Buenos Aires. Si los dos nos dan bien, Luca podrá volver al colegio a fin de mes”, se entusiasmó su padre, Marcelo.

El pequeño Luca cumplirá cinco meses de tratamiento. Todo comenzó el 15 de mayo en el Cemic de Buenos Aires.

Durante agosto tuvo que someterse a una radioterapia que le aplicaron en el cuello que era donde tenía una  gran inflamación. A principios de setiembre el médico oncólogo que lo trata en Buenos Aires, Cristian Sánchez La Rosa, dio por terminada la segunda parte del tratamiento y durante los últimos 30 días el niño dejó de usar el barbijo, pudo visitar a sus familiares y hasta recibió a sus amiguitos en casa.

“Ahora va al taller de fútbol que hacen en el Instituto Caussay dos veces por semana, durante una hora y media, los chicos de cuarto grado. El médico le indicó que podía realizar toda la actividad física que quiera al aire libre. Juega con sus compañeros y hace las mismas actividades que el resto sin ningún problema. Pero también me acompaña a mí al negocio algunos días y de a poco recupera su vida normal”, explicó su papá.

Marcelo confesó que “nos está sorprendiendo a todos porque físicamente está diez puntos, no tiene secuelas de cansancio, ni debilitamiento. El pelo le está creciendo y sólo le falta en la parte de la nuca porque, según nos dijeron los especialistas, ahí demora más. Por ahora no tomará ninguna medicación porque el doctor le dijo que tenía que descansar de todo”.

También aclaró que el detalle de crecerle el cabello, “para Luca fue una muestra clara de que está recuperado. Y con él, nosotros también retomamos nuestra vida normal: el trabajo, las relaciones sociales y familiares”. 

El papá de Luca dijo que “sobre todo Martina, su hermana de 4 años, es la que más lo disfruta porque ya siente que nos volvimos a juntar, que él está muy bien y que papá y mamá están otra vez en casa. Digamos que dentro de todo estamos más tranquilos”. El comerciante estimó que el cambio ha sido tan importante que “ahora notamos que el tiempo corre a nuestro favor y mientras sea así hay que seguir para adelante. Además, el oncólogo nos recalcó que todo lo que él quiera hacer, que lo haga”.

Luca se internó en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic) de la Capital Federal a mediados de mayo y allí le aplicaron las sesiones de quimioterapia. Después le realizaron una tomografía por contraste que no le detectó actividad celular maligna en el cuerpo y así pasaron a la segunda etapa que fue la aplicación de rayos. Esto terminó el 10 de setiembre y desde aquel día está en su casa y retomó las  actividades cotidianas. 

Por ahora no tiene ninguna restricción con las comidas, “al contrario, come de todo. Si bien perdió algo de peso ya lo está recuperando para volver a pesar 32 kilos que sería lo normal. Pero ahora todos lo miman con la comida y también con el afecto”, confesó el padre.