Luca Senatore regresó a su casa y está cerca de curarse

La familia Senatore tiene un buen motivo para festejar: el último estudio que le realizaron a su hijo Luca de 9 años, que padece un linfoma de Hodking que le atacó los ganglios, dio resultado negativo. Quiere decir que no se le detectó actividad celular maligna dentro de su cuerpo. “Hemos dado un paso muy importante porque si tenemos que hablar de un porcentaje de la curación diría que estamos entre un 60 o 70 por ciento. Por supuesto que hay que seguir pasito a pasito”, confirmó Marcelo, su papá. Y reiteró que “la última tomografía con contraste (PET) fue negativa por eso, le cortaron las sesiones de quimioterapia. Ahora vamos a pasar a la radioterapia, que sería la segunda parte del tratamiento. El lunes estaremos otra vez en el Cemic en Buenos Aires para que le hagan otro estudio y con ese resultado pasaremos al radiólogo para que le haga las aplicaciones”.

Los padres de Luca reiteraron su agradecimiento a todos los que se sumaron a la campaña a través del Facebook Fuerza Luca, que ya tiene 24.538 miembros. Los últimos en hacerlo fueron el humorista Nik y el músico Zeta Bossio.

El padre contó que “Luca recibió la noticia con mucha alegría porque después de todo lo que le explicaron los médicos, ya la estaba esperando. Se lo avisé yo porque hace cinco días que podemos estar todos juntos en casa y era lo que más queríamos decirle en estos días”. Contó que apenas se enteró empezó a saltar en la cama, que su ánimo es muy bueno y que seguirán adelante.

Esta semana también recibió la visita del resto de la familia, de algunos amigos íntimos pero con las medidas de prevención básicas que son: el uso del barbijo y limpiarse con alcohol en gel. “En esta etapa Luca ya tiene sus defensas más altas por eso, el médico nos autorizó a que tuviera contacto con algunas personas, digamos que nos permitió ampliar un poquito más la cantidad de gente que lo puede saludar y eso por supuesto que lo pone más contento”.  

Sobre la futura radioterapia, Senatore explicó que su hijo “tiene que entrar en una máquina similar a un tomógrafo y allí le aplican la radiación sólo en los lugares específicos donde se alojan los tumores”. Por lo que le adelantó Cristian Sánchez La Rosa, el médico oncólogo que lo trata, “estas aplicaciones no tienen los efectos secundarios de la quimioterapia como son los vómitos o la pérdida del cabello. Sí lo dejarán muy cansado, por eso tienen que regular la intensidad de la radiación para no generarle irritaciones o quemaduras en la piel”.

Insistió en que el lunes comenzará la nueva terapia y que recién ese día sabrán cuántas sesiones le podrán hacer. Aunque anticipó que el médico les dijo que serían entre 15 y 18, lo que traducido en tiempo llevaría tres semanas más.  Luego de esas aplicaciones, Luca descansará un mes y podrá hacerlo en su casa de Juana Koslay. “Después viajaremos a Buenos Aires, repetiremos el PET  y el médico volverá a replantear la enfermedad para saber cómo seguirá con el tratamiento”.

Luca le había anticipado a su padre que en agosto iban a estar de vuelta en casa: “Eso fue lo que me comentó cuando nos fuimos hace tres meses, recuerdo que me los contó con sus dedos, y muy seguro dijo que en agosto estaríamos de vuelta”. Comentó que tanto él como su esposa, María Fernanda, se sienten un poco más relajados: “Con más fuerzas estamos ahora porque pudimos quedarnos más tiempo en casa y con nuestra hijita Martina de la que estuvimos dos meses alejados. Y retomamos las actividades laborales, lo que nos hace muy bien, recargamos las pilas y seguimos entusiasmados”.

Otro factor que les dio esperanzas fueron las palabras del médico cuando les dijo que estaba “muy contento” por cómo avanzaba el tratamiento. “Esa frase no me la olvido nunca más, porque yo le consulté si no íbamos muy rápido con la terapia y eso fue lo que él me contestó. Eso es maravilloso porque los médicos en estos casos siempre son muy cautelosos y tratan de no generar falsas expectativas. Prefieren pecar de silencio antes que hablar de más. Además, tenemos la fuerza de todos los que nos han acompañado. No me quiero olvidar de nadie porque todos los días nos mandaron sus rezos, cualquiera sea su credo, que nos llenaron de energía”.