El juez Facundo Cubas solicitó la intervención de Interpol para hacer comparecer ante su juzgado al ídolo "teen" Justin Bieber y a uno de sus guardaespaldas por golpear a un fotógrafo a la salida de un boliche, cuando se presentó en la Argentina un año atrás.
A los imputados se les notificará "personalmente" que "deberán presentarse ante este tribunal dentro de los 60 días" ya que si no lo hacen y no justifican su incomparecencia, "se ordenará su captura", agregó.
El juez encomendó al Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina que "arbitre los medios necesarios para lograr ubicar a los requeridos", ya sea "en los domicilios donde residen, en el lugar donde tengan previsto realizar un evento o en cualquier otro lugar".
A los imputados se les notificará "personalmente" que "deberán presentarse ante este tribunal dentro de los 60 días" ya que si no lo hacen y no justifican su incomparecencia, "se ordenará su captura", agregó.
El magistrado justificó la citación que pesa sobre el cantante canadiense Justin Bieber en "un grado de sospecha que habilita su convocatoria" a declarar.
Bieber está acusado por los hechos ocurridos el 9 de noviembre de 2013 en el boliche bailable INK, ubicado en la Avenida Niceto Vega al 5.600 de esta Capital, cuando sus custodios agredieron a un fotógrafo, le quitaron cámaras y teléfonos celulares a fanáticas y se retiraron del lugar sin pagar.
La medida alcanza a Bieber y a Hugo Alcides Hesny, uno de sus guardaespaldas, a quienes se los acusa por la agresión al fotógrafo oficial del boliche, Diego Facundo Pesoa, a la salida del club nocturno de Palermo.
El documento también indica que existe la sospecha de que el cantante fue instigador de la acción de los guardaespaldas.
"Por su negativa a que le tomen fotos, su custodia, directamente por indicación de él, lo cual está probado por testigos, por material fílmico y fotográfico, derivó en la persecución de unos fotógrafos, seguido de golpizas", dijo Cubas.
Los cargos formales contra Bieber son por daños y lesiones, delitos por los que el código penal argentino prevé penas de entre uno y seis años de prisión, explicó el magistrado.
NA.
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