El auditor general de la Nación, Leandro Despouy, suma por estas horas fuertes cuestionamientos internos en el seno de la UCR. Uno de los que encabeza las críticas es el mendocino presidenciable Ernesto Sanz, quien nunca estuvo muy convencido con la designación al frente del organismo de control del gasto de los fondos públicos nacionales, del abogado y diplomático radical puntano por parte de su partido, cuando soplaban otros vientos, allá por 2002. Parece que la razón del enojo es la fuerte vinculación de Despouy con Elisa "portazos" Carrió. Ambos se mostraron hace poco paseando en un distinguido y simpático autito de colección, conducido por la madre del auditor, por los jardines de la residencia llamada Villa Hortensia en la zona del Puente Blanco en San Luis. En definitiva, el tema que desvela a los herederos de Yrigoyen y Alem es si Despouy, que llegó al cargo por la UCR, sigue representando a dicho partido o, en cambio, se ha pasado a las huestes de Carrió. La incógnita incluye un capítulo local porque se proyecta a la posición dentro del partido radical de San Luis del diputado nacional José Riccardo y también del diputado provincial Alejandro Cacace, quienes reconocen, aún a sotto voce, la conducción del auditor general de la Nación. Final abierto para esta novela de radicales, ex radicales, radicales casi k, no tan radicales, "portazos" y pícaros.
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