24°SAN LUIS - Martes 07 de Mayo de 2024

24°SAN LUIS - Martes 07 de Mayo de 2024

EN VIVO

“Los Guzmán”, un matrimonio enamorado de la canción cuyana y mercedina

Por redacción
| 27 de noviembre de 2014
Mabel, Charly y Alberto charlaron sobre la música y escucharon las canciones puntanas.


En su emisión de ayer "Planeta Xilium" recibió a "Los Guzmán", el matrimonio villamercedino que hace años ofrenda el folclore cuyano. Entre melodías puntanas, la charla con Alberto Rodríguez abarcó muchos aspectos.

—¿Por qué no te presentas?
Soy Charly Guzmán y mi compañera, Mabel. Mucha gente dice que somos hermanos y en cierta manera a nosotros nos conviene, pero en honor a la verdad somos compañeros de la música y de la vida de hace más de 30 años. Somos compañeros de la vida y tenemos dos hijas hermosas que también están dedicadas al arte, a la música, a las letras. Eso somos "Los Guzmán".
Mabel: Hoy por hoy la puntanidad debiera ser una filosofía y un estilo de vida, donde se destierren viejas y nuevas formas de opresión, donde el amor prevalezca sobre el odio y la sobriedad desaloje a la ostentación. Un estilo existencial donde sean desterrados el materialismo y el consumismo para volver al idealismo. Dice el gran Jesús Liberato Tobares: "Cuando la historia reconstruya la arquitectura vital de estos tiempos, ojalá que la tierra puntana no encuentre pigmeos asesinos del amor, sino hombres sensibles y solidarios capaces de edificar la vida sobre los humildes cimientos del trabajo,  el rezo y el canto".

—¿Cuándo empezaron?
Charly: Empezamos a andar nuestro camino de música en 1984. Estamos cumpliendo nuestros primeros 30 años y todo surgió porque nos conocimos con Mabel y empezó una relación de amistad primero y luego de compañerismo.

—¿Siempre en San Luís?
—Siempre en Villa Mercedes, somos de Villa Mercedes nosotros, por supuesto puntanos.

—Qué lindo que un mercedino ubique la palabra, porque puntano es gentilicio de toda la provincia.
—Allá en Villa Mercedes está discutido el tema. Si leemos el libro “La puntanidad”, de Jesús Liberato Tobares, creo que queda más que claro porque lo fundamenta desde distintas ópticas: histórica, poética, musical, por dónde lo miren uno es puntano.
  
—La palabra puntano viene de La Punta, que es un fenómeno geográfico. La sierra de San Luis que vistas por un cartógrafo de mar, dijo que era un accidente cartógrafo marino y le llamó “Punta”, que significa lengua de tierra que sobresale en el mar. Visto a la altura de Fraga, viniendo de Villa Mercedes se ve la Punta, es una lengua de tierra que sobresale en un mar imaginario. Y si se mira desde las Salinas del Bebedero pasa lo mismo. ¿Qué es la punta que sobresale en ese mar imaginario? Son las sierras de San Luis que comprenden los departamentos Capital (actual Juan M. de Pueyrredón), Pringles, Ayacucho, San Martín, Chacabuco, toda la provincia, y Mercedes, en el Departamento Pedernera, es como el gran cuadro, la gran pintura que tiene para contemplar. Todos derivamos de ese gentilicio y la Real Academia Española también lo acepta.
—Como nuestro disco tiene muchas visiones con distintos poetas acerca de todo lo que sucede en San Luis, con las letras que están incorporadas, y luego de adoptar el término, de haber estudiado los dichos de Tobares, nos pareció propicio que se llamara precisamente "Puntanías". Porque expresa todo el sentimiento puntano, desde distintas ópticas.

—En 1984, ustedes empiezan a trabajar juntos
—Empezamos a trabajar, empezamos a tomar mate juntos, empezamos a visitarnos.

—El primer álbum que hicieron, ¿cuál es?
—Lo hicimos en el 1997  y es un trabajo que se llamó “En los álamos comienza…” porque no sabíamos dónde íbamos a terminar. Parafraseando "La calle angosta" elegimos llamarlo así porque realmente no sabemos dónde termina. Además, nuestra historia musical comenzó precisamente en el Boliche Don Miranda, que está en la Calle Angosta, en los Álamos. En ese tiempo tocábamos un repertorio variado, tocábamos justamente la zamba cuyana “En los álamos comienza” tonadeada. Grabamos la tonada “Amar y siempre amar”, de José Zabala; “La Zabalita”, una cueca viejísima de Palmer y Villavicencio, también algunas otras cosas que eran folclóricas.

—¿Ustedes se dedican exclusivamente  a la música? 
—Tenemos otras actividades paralelas. Mabel trabaja en un estudio contable y yo soy químico y docente de música. 

—¿Tenés una mirada de las ciencias duras a la música?
—Estuvo Da Vinci, que le hizo a la ciencia y al arte. Soy un apasionado del arte. Estudié la carrera de Ingeniería química mucho tiempo. Después me sirvió un título intermedio para poder trabajar como químico, pero eso fue un tiempo que quedó. Siempre mi fuerte fue el arte. 

—¿Nunca se te ocurrió usar las secuencias de matemática, los números primos… y ponerle música? ¿Usar la matemática?
—La música tiene mucho de matemática. La perfección tiene que ver porque se trabaja con compases.

—Eso no lo entiende nadie, salvo los músicos
—La perfección rítmica se puede llevar desde la matemática. La matemática está siempre presente en la música, en las entradas a los temas, en los silencios…

—Si yo le pongo número a DO, RE, MI, FA, SO, LA SI, y hago dos, dos tres. ¿Qué hago? ¿Logro algo?
—Puede servir como método para enseñar también. No meterse directamente con las partituras y los pentagramas y enseñar desde los números. Los cuyanos enseñan mucho con los números y hay un método, por ejemplo, como la tablatura que hay que tocar la cuerda 1 con el casillero 3. Es matemática eso. Y cuando se cuenta que se está tocando en “4x4”.   

—¿Leen la música ustedes?
—Me recibí de profesor de música en el Instituto de Formación Docente. Si bien la carrera no está direccionada a formar músicos, sino profesores de música, tiene muchas materias pedagógicas que ayudan y apuntalan para dar clases en las escuelas. Pero más allá de eso, hay materias que están emparentadas con la lectura musical, con la armonía.

—¿Los dos son de Villa Mercedes?
Mabel: Yo nací en Santa Rosa del Conlara, bien al norte. Al año ya vivía en Mercedes. En el barrio Centro Sarmiento.
Charly: Yo nací y me crié en Villa Mercedes, de “La Carbonilla”, donde está mi amado Club General San Martín, del barrio Villa Celestina. Le decían “La carbonilla” por los trenes. 
Mabel: Eso le que le dio la posibilidad de convivir con La Calle Angosta desde chiquito, pasar por el boliche.

—¿Qué experiencia tenés de chico con la Calle Angosta?
—Mi escuela secundaria la hice cruzando las vías. Pasaba todos los días a la escuela ida y vuelta por el Boliche don Miranda. Siempre me quedaba prendido de alguna reja, escuchando tocar. Me crié con la canción de la Calle Angosta, la cantaba en la escuela. Cuando se recorre la Calle Angosta te das cuenta de que está pintada tal cual es.

—En esa época tenía marcada la vereda, pero no tenía vereda de baldosa. Tenía una vereda de ladrillo.
—Recuerdo de chico la vereda de ladrillo o tierra. Estoy recordando cuando iba a la escuela primaria. Los que vivíamos detrás de la vía muy pocas veces cruzábamos para el lado del centro. Recuerdo haber ido con mi madre a pagar cuentas al centro. Como que uno siempre estaba de este lado. Y era mi barrio eso y hasta la Calle Angosta íbamos, pero ya cruzando a lo de Don Calixto, no era de todos los días. 

—Ustedes actúan periódicamente ¿Tiene dificultades con ese tema?
—Nosotros nos conformamos con tocar una vez por mes y a veces es complicado. De todas maneras salimos bastante afuera a defender la música cuyana. Nos parece bueno porque no hay muchos músicos los que salen a defender la cuyanía por ahí afuera. En diciembre tenemos un par de fechas, el 20 en Villa Dolores y vamos a presentar el disco nuevo. Nos gustaría tocar mucho más, pero hay veces que se hace difícil cuando uno toca una música que no es tan comercial. 

—¿Hay otros Guzmán?
—No, los únicos somos nosotros y lo tenemos como marca registrada.

—¿Qué tengo acá? (Empieza a sonar "Bien cuyana"...) 
—Ah ¿le gusta? Ahí toca el piano Cielo Guzmán, que es nuestra hija.

—Lo tengo casi como un himno.
—Mire usted. (Sigue sonando) 

—Qué bien lo cantan. Qué lindo el piano....
-La verdad es que nos trae nostalgia porque Cielo está estudiando en Córdoba Licenciatura en composición musical. Está tocando la flauta traversa y forma parte de la Orquesta Juvenil de la Municipalidad de Córdoba. Toca en el conservatorio y en una banda de jazz. Se ha desarrollado como músico para nuestro placer. A uno se le cae la baba que el hijo haya salido tan buen músico.

—¿En una orquesta de jazz?
—En una jazz band, entre otras cosas. 

—¿Cómo armaron "Puntanías"?
—Se empezó a gestar porque gané un concurso en el Fondo Nacional de las Artes con obras propias. Tenía varias compuestas con la mentalidad de hacer un trabajo que tuviera que ver con San Luis. Por eso me junté  con cuatro poetas: Gustavo Machado, Jesús Liberato Tobares, Oscar Sosa Ríos y Héctor Esteban País, que es a su vez un gran músico. 

—El poeta Sosa Ríos siempre le está cantando a Villa Mercedes, a los personajes, a las calles, a los lugares. 
—Nosotros hicimos "La zamba del negro" que está dedicada a "El Negro" Magallanes, un personaje fabuloso que murió creo en la década del '70 cuando yo era chico.

—¿Cómo te eligieron para que hagas disco?
—Me presenté con un proyecto al Fondo y el disco ya se llamaba "Puntanías". El concurso se llamaba de Fomento a la Producción Discográfica del folclore argentino". Yo me presenté con cuatro obras y con un proyecto de trabajo y todo el repertorio grabado. No había que echarse atrás si ganaba. Me presenté con ciertas expectativas, pero sabiendo que en otras ediciones ganaron "El Mono" in-sarrualde, Juan Falú…

—Y sobre todo con la música nuestra que no suena tanto al oído comercial. 
—Exactamente. Pero ante esas dudas fui uno de los ganadores.

—¿Y "Puntanías" es un tema y a su vez es el álbum?
—Sí, las dos cosas. 
(Suena "Puntanías", la canción)

—¿Quiénes son los guitarristas? 
—"El Zurdito" Martín Barros, que actualmente toca en Algarroba.com. toca solo en ese tema. 

—En este álbum tan lindo que hicieron tienen un agradecimiento a Los Risatti , al estudio Magaldi
Son nuestros hermanos. Grabamos siempre en ese estudio y tenemos mucha confianza en Jorge Magaldi. Es un técnico que trabaja con mucho cuidado, respeto y responsabilidad y se involucra. Nosotros lo dejamos. 

—A veces uno se enamora de algo que no es lo mejor y le abren la cabeza y le hacen ver y ahí uno corrige o mejora o al menos tiene otra mirada
—Nosotros le damos total participación tanto a Jorge como a Zandra Risatti, su esposa, porque también son unos grandes músicos, tienen una oreja finísima. 

—Lo que has contado ahora fue un homenaje a esos chicos que son maravillosos
—Son hermanos nuestros, los queremos muchísimo.

—¿Y del álbum que me querés hacer escuchar? 
—A nosotros nos gusta mucho una tonada que se llama “San Luis y el otoño”, una tonada bellísima con letra de Gustavo Machado. La música es mía. 
(Suena "San Luis y el otoño")

—Yo quiero escuchar “La luna en tu balcón” porque me llama la atención el nombre
—Es una resfalosa cuyana

—¿Qué es?
—Es una música cuyana en vías de extinción, ya no las cantan, no las bailan, sólo en las academias, en concursos de baile hacen la versión recopilada por don Alberto Rodríguez. Entonces se nos ocurrió con Gustavo reflotar estos ritmos tan bonitos. 

—Alberto Rodríguez es un mendocino que recopiló todos los ritmos. Casi en el siglo XIX empezó.
—Claro entonces yo trabajé en la estructura de la resfalosa. 

—Vamos a escuchar un ritmo cuyano, resfalosa 
(Suena "La luna en tu balcón")

—Ahí se luce Mabel.
—Y hay que dejarla cantar

—Canta re bonito, muy dulce
—Yo quiero retirarme
Mabel: Hay una cueca en el disco para que la cante una mujer, por la letra.
—Vio que las cuecas están hechas para que las cante el hombre. Por ahí la mujer adapta una letra para cantarla. “Allá va mi cuyana” también la cantan mujeres pero está hecha para un hombre. 

—¿Cómo harán cuando tengan que presentar "Puntanías"? 
—En el disco tocan seis guitarristas. Nosotros presentamos el disco en Villa Mercedes y armamos una formación para defender el disco. Después cuando el disco comienza a caminar le vamos dando otra forma. Y si tengo que tocar solo, toco yo solo. 

—Acá veo que hay ritmos sacados del baúl, del arcón del tiempo: el pajarillo, la resfalosa…
Mabel: y la calandria

—Y la calandria…
—La calandria es netamente puntana.
Mabel: "Puntanías" es un disco profesionalmente impecable. Por el respeto que le tenemos a la gente, a los músicos. Como todos nuestros trabajos tratamos de que sea una cosa en serio.
—Lo que pasa es que esto queda para siempre.

—Queda en la historia de la música de San Luis y la Argentina.
—Tal cual, es una obra de arte completa, no sólo es música y letra sino que también hay fotos, un diseño. Tiene que ser así un disco para mí. Por eso le ponemos mucha energía a cada proyecto.

—Antes de irte, te voy a hacer escuchar un fragmento del Himno a Pringles en la versión de Zandra Risatti. ¿Sabés algo de esto?
—No, no sé nada.
(Suena "El himno a Pringles)
Charly: Qué dimensión que toma, terrible
—Impresionante porque pasa de ser un himno serio, formal, sacrosanto a ser una exaltación al héroe. Es otra cosa, maravillosa. Además respetando la melodía.
—Y con mucho respeto.

—Es precioso
—Está adaptada a este tiempo. 

—Así es, respetando la tradición, la música de Antonio Papa y la letra de la señora Mitchell de Ramírez. 
Mabel: Está bueno ir adaptando el oído.

—Rodrigo Otazú cuando hizo la presentación del Carnaval de Río le pidió a Zandra, y ella también usó los ritmos de San Luis. "Puntanías" es una exquisitez, hemos estado extasiados escuchándolos. 
—Muchas gracias

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo