Alarmas: la mayoría las instala luego de haber sufrido un robo

L os responsables de las empresas que brindan los servicios de instalación y monitoreo de alarmas coinciden en que la decisión de poner un sistema de seguridad se toma después de sufrir algún robo en el domicilio. Pero además señalaron que diciembre, enero y febrero son los meses donde más dispositivos se instalan, porque al salir de vacaciones, los propietarios quieren irse con la tranquilidad de que sus viviendas están custodiadas.

El Programa de Defensa del Consumidor informó que durante este año recibieron 9 denuncias de usuarios de empresas de alarmas y monitoreo que reclamaron por deficiencias con este servicio.

Al menos dos firmas consultados por El Diario de la República señalaron que ya superan los mil clientes. Mariano González de Sinergy destacó: “Este año tuvimos mucha demanda y un poco menos de cámaras para comercios. Aunque debo reconocer que en noviembre bajaron bastante los pedidos. Pero seguro que en enero volverán porque llegan las vacaciones y todos se ocupan de dejar la casa con alarma”. La empresa llegó a San Luis hace 7 años y ya sumaron alrededor de 1.000 clientes. “Casi el 90% de la gente que instaló nuestro servicio lo hizo después de sufrir un robo y muchos contratan nuestro sistema de monitoreo que además se lo brindamos a otras empresas”, explicó.

Entre los servicios que más solicitaron sus clientes este año fueron las cámaras con control a través de internet que cada usuario puede monitorear de forma privada sin necesidad de depender de la empresa. González comentó que el kit básico de alarma para una casa de barrio hoy cuesta unos $3.000 y detalló que consta de un control de alarma con teclado, baterías de 12 voltios, sirena exterior con 2 parlantes, otra interior de 120 decibeles para aturdir al sospechoso y hasta 2 sensores de movimiento.

Jonathan es hijo de Walter Sosa, el primer puntano que empezó a venderlas hace 25 años. Contó que su padre “lo hacía casa por casa. Y muchos años después logramos tener este local". Coincidió en que a partir de diciembre “es cuando más se moviliza la instalación, hasta marzo que se frena todo porque empiezan las clases. Nuestros clientes nos piden también el servicio de monitoreo para control interno y el de acceso a sus negocios y fábricas. Hasta equipos portátiles para investigación hemos vendido este año”.

Si bien explicó que durante octubre y noviembre “hubo un bajón pronunciado, a partir de este mes ya se empiezan a mover más las ventas”. Sus clientes se reparten entre un 70 por ciento de casas particulares y un 30 de comercios y empresas que demandan otros servicios. Para contratar una alarma de hogar en esta empresa hay que contar con $4.000 e incluye sensores, sirenas, tablero y la instalación.      

Guillermo Medina empezó con la venta de estos dispositivos en 1996 y hace 14 años se convirtió en el representante de la firma X28. Cuenta con poco más de 1.000 clientes en la ciudad entre los que suma varias empresas y fábricas del Parque Industrial. “A las firmas comerciales que tienen grandes superficies lo que más le vendemos son las alarmas de incendio y los sensores de humo”, contó Gustavo, uno de sus colaboradores. Para las viviendas ofrecen el servicio que dispara un aviso por SMS a un celular cuando se activa la alarma para que la persona decida llamar a la Policía, ir hasta el domicilio o bien desactivarla desde el mismo teléfono. “Si además instala las cuatro cámaras, puede chequear por internet si alguien efectivamente ingresó a su domicilio o si simplemente fue una falsa alarma”, completó el vendedor.

También ofrecen seguridad y cierre centralizado para automóviles de media y baja gama, que fue el primer servicio que hizo famosa a esta marca en todo el país. Este equipo hoy cuesta $1.600 y otros $960 si quiere tener la posibilidad de abrir y cerrar las puertas de manera automática desde el llavero. Mientras que poner un dispositivo de seguridad en una casa de cuatro ambientes, con tres sensores, trepa hasta los $4.500.