Concluyó la visita de una delegación del Servicio Veterinario de Sanidad Animal de Israel que, entre el 26 de enero y el 5 de febrero pasados, verificó el sistema de control de faena de carnes bovinas y ovinas argentino y recorrió establecimientos elaboradores que exportan su producción a ese país.
La faena ritual judía exige condiciones muy especiales: un rabino debe controlar el proceso, animal por animal,
Entre ellos está el frigorífico Quickfood, ubicado en la ciudad de Villa Mercedes y perteneciente al Grupo Marfrig , de capitales brasileños. Este frigorífico está equipado especialmente para realizar la faena ritual judía, condición excluyente para acceder al mercado israelita, una de las plazas más importantes para las firmas argentinas.
La faena ritual judía exige condiciones muy especiales. Un rabino debe controlar el proceso, animal por animal, y fiscalizar tanto la forma del sangrado del vacuno como los ganglios. En lo que se refiere a los cortes cárnicos existe una amplia gama de prescripciones de tipo religioso que no pueden dejar de atenderse.
Pero uno de los aspectos centrales pasa por la cadena de distribución. En este sentido resulta prioritario garantizarles a los clientes que la carne hecha en la Argentina no entró en contacto en ningún momento con otros productos, especialmente lácteos.
La oficial de los agentes del servicio sanitario israelí recorrió establecimientos de faena de bovinos u ovinos habilitados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), ubicados en las ciudades de Río Gallegos, Ramallo, Santiago del Estero y Villa Mercedes donde evaluaron las instalaciones, su operatividad y los planes de inocuidad alimentaria; así como también el sistema de controles oficiales, competencias y capacidades del Senasa.
En la reunión final, llevada a cabo en la sede central del organismo sanitario argentino la delegación israelí, encabezada por Daniel Faingold y Michal Nevata Ganz, comentó su impresión sobre la visita al director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, Gustavo Pérez Harguindeguy, y a la coordinadora de Relaciones Internacionales, Valeria Ferré; quienes estuvieron acompañados por profesionales de estas áreas, según indicó un parte de prensa de Senasa.
A principios de 2002 Quickfood reabrió su planta de faena de carnes de exportación en Villa Mercedes que incluye el ritual de la faena judía. En esta planta la firma había invertido unos 400 mil dólares, pero debió cerrarla por el sorpresivo cierre de las exportaciones argentinas de carne.
La empresa Marfrig adquirió en 2007 el frigorífico Quickfood, una operación que demandó una inversión de 140 millones de dólares.


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