Los siete integrantes de La Orquesta Inestable utilizan la música como una máquina del tiempo que los lleva a la época en que sus abuelos ni se imaginaban que un día serían abuelos. Así es el jazz de los años ’20 que define el sonido de la banda, aunque ellos preferirían decir que hacen “swing a la vieja usanza”, pero que igual remonta a un tiempo de vestidos con juguetones flecos y zapatos de caballeros en charol blanco y negro.
Oscar Alemán es uno de los pocos guitarristas de jazz de la Argentina. Nació en el Chaco en 1909.
Con esta propuesta se presentarán este viernes en Los Cedros, Pueblo Cultural, un espacio que se anuncia ideal para la estética de la banda, que no sólo se va al pasado con la música sino que también con la ropa y la puesta en escena.
La razón para la que estos jóvenes músicos hayan elegido melodías de antaño como una forma de ganarse la vida, nace de una gran admiración por otros artistas. “Hay un guitarrista en particular que nos gusta mucho que se llama Django Reinhardt y otro, Oscar Alemán, que es argentino y bueno siempre escuchábamos discos de ellos y con mucha admiración, pero veíamos que nadie tocaba ese estilo, entonces un día el otro guitarristas (Sebastián Pinto) me propuso de juntarnos y tratar de tocar un poco eso”, recordó el cantante y guitarrista, Leonardo Amadeo. Esas fueron sus épocas de dúo, tal era el fanatismo por Reinhardt que hasta usaban el mismo modelo de guitarras que él, las macaferris.
“Luego se sumó el contrabajista (Alexis Carulias), después el violinista (Santiago Martínez) y ahora somos siete”, recordó el vocalista entre sonrisas. Completan la banda los hermanos Santiago y Juan Manuel Martínez; y el puntano Daniel Mayor, justamente fue gracias a él que surgió la posibilidad de visitar estas tierras.
Para Leonardo, el camino de la música era prácticamente un voto cantado porque en su familia siempre estuvo presente. "Mi padre es un gran amante de la música, siempre escuchamos música clásica que es lo que más le gustaba y algún que otro tango, pero ya más esporádico", contó.
Y añadió que sus hermanos también gustan de la música, hasta fueron al conservatorio de pequeños, pero luego dejaron. "Yo fui al único que no mandaron pero me metí solito", reconoció con orgullo.
A su regreso a Buenos Aires continuarán con sus recitales. "Acá estamos siempre en el teatro Mandril y después vamos rotando por todos los lugares que podemos. El año pasado, estuvimos todos los viernes del año ahí. Luego hicimos un descanso y tocamos menos. Este año calculo que seguirá igual".
Fue a fuerza de mini recitales y presentaciones especiales que el grupo se hizo un nombre en Buenos Aires, su talento pasó por lugares tan opuestos como el MALBA, Palacio El Tattersal, los festivales de swing y los estudios de las muchas radios que visitaron como invitados.
En 2014, los chicos planean ponerse de cabeza con su nuevo disco, el segundo. Hace casi tres años que sacaron el primero, una placa que el sitio web de la banda define como "con una atmósfera que trasciende las épocas, con tintes de burlesque y de baile nocturno de los años '30, rememorando también el bolero latinoamericano y, la siempre presente, reminiscencia de barrio porteño de inmigrantes".
Según adelantó Leonardo, en su próxima producción quieren experimentar con otros ritmos. "Habrá swing, como siempre, pero queremos ir mechando con otras cosas porque no es la única música que hacemos. Muchas veces tocamos la música de 'Mario Bros', la de 'El Padrino', en fin, de todo un poco. Pronto se vendrá la música de 'Don Gato y su pandilla'. Nos divertimos bastante".
Los músicos no son ajenos a esta clase de "humor musical", así lo demostraron en su primer disco donde aparece una versión de la canción "Baby on board". Los amantes de “Los Simpsons” sabrán que fue el tema que llevó a los ficcionados “Los Borbotones” a la cima de su carrera y a conseguir status de Beatles.
Muchas de estas nuevas ideas ya están plasmadas en las partituras pero sólo falta ponerse frente al micrófono.
Aunque suelen recurrir a clásicos del género, no hay que pensar que los álbumes de la banda son "discos de covers", porque buena parte de ellos llevan canciones propias que intentan encontrar un vórtice espacio temporal en el que puedan unir el pasado del swing, las influencias de los músicos y el presente de la banda. Eso se escucha claramente en "Swing Inestable" o "Pescadito", también de su primera placa.
Los músicos aseguran que si bien el swing no es muy popular tampoco está a la vanguardia, lo que garantiza que el público vaya a ver el show de un conjunto que hace un género conocido pero del que todavía queda mucho por conocer.
El primero en viajar a San Luis será Leonardo, que llega esta noche, pero prometió aprovechar el viernes para salir a conocer "todo lo más que pueda".
En cuanto al show que presentarán en San Luis, la invitación de Leonardo es más que clara: "La gente se va a encontrar con un grupo de jóvenes músicos que se llevan muy bien y disfrutan mucho de lo que hacen, con un show genuino".
También hay que adelantar que la música de La Orquesta Inestable (cuyo nombre es un juego de palabras que opone a los músicos con la Orquesta Estable del Teatro Colón), se puede bailar, es lo que sucede en cada presentación que hacen en Buenos Aires. Así que la recomendación para que el público puntano no sea menos es que no hay que olvidar el calzado adecuado, estar dispuestos a entregarse al swing y dejar la vergüenza antes de entrar al salón.


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