El precio de los medicamentos tuvo un salto del 15 por ciento durante el mes de enero. Los farmacéuticos de la ciudad de San Luis aseguraron que ese porcentaje es equivalente al incremento que se registra durante todo un año.
La tira de aspirina valía un peso en 2001, ahora, tres.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de San Luis, Humberto Albanesi, y el dueño de Farmacias Quintana y miembro de la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), Gustavo Alfonso, reconocieron el impacto que tuvo la devaluación aunque aclararon que no son los responsables de las subas.
“Las farmacias no somos formadores de precios. Los montos son acordados por los laboratorios y la Secretaría de Comercio de la Nación. El valor del producto es el mismo en todo el país y a las obras sociales no podemos facturarles un centavo más de lo indicado en la lista de precios porque no nos abonan esa prestación”, comentó Albanesi.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos sostuvo que el problema actual de las farmacias es que durante la crisis de 2001, los negocios del rubro cedieron en la bonificación de los descuentos a las obras sociales, para así “paliar ese momento de desventaja económica” aunque esa excepción se mantuvo con los años. “Como no se pudo recuperar más, la situación de los comercios se agravó”, comentó.
“Con respecto al valor de los remedios, en los últimos años aumentaron un 15 por ciento por año, pero el resto de los costos fijos han subido más. Los sueldos se incrementaron en un 25 por ciento, servicios y alquileres trepaban por encima del costo del medicamento. Eso generó una pérdida de rentabilidad en el sector. En noviembre, cuando se fue Guillermo Moreno, fue el último acuerdo de precios de 2013. Este año hicieron la jugada de nuevo para adelantarse a la inflación”, dijo Albanesi.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos consideró que después de la última devaluación no habrá aumentos significativos. “Se van a mantener dentro de los niveles de la inflación. No creo que se vayan a escapar porque es el único rubro en el país donde el Gobierno nacional estipula el precio en todos los eslabones de la cadena. La tira de aspirina en 2001 valía un peso y ahora, tres y un litro de nafta costaba 90 centavos y ahora 10 pesos”, comparó.
Los remedios más solicitados son aquellos que sirven para el tratamiento de la hipertensión, antiinflamatorios, el colesterol y los antibióticos.
En la provincia y el país no hay faltantes de medicamentos, aunque los farmacéuticos reconocieron que hay épocas en las que es más difícil conseguir algunas variedades. “Esto tiene que ver con la producción. Ahora con las vacaciones no se consiguen ciertos remedios porque algún laboratorio cerró sus puertas por la temporada. Eso es así históricamente. Si decimos que hay desabastecimiento, estaríamos faltando a la verdad”, dijo Albanesi sobre uno de los pocos rubros que, a pesar de las trabas a las importaciones, mantiene una provisión normal.
Alfonso contó que la semana próxima se reunirá con colegas del país por el precio de los remedios. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, admitió hace cuatro días que no hubo acuerdo para volver a los valores de los medicamentos que existían antes de la devaluación. La idea de la Nación es bajar el valor de 600 productos.
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