El “apagón de consumo” pasó desapercibido para los puntanos

La convocatoria de la sociedad civil para boicotear los abusos de precios de grandes supermercadistas y petroleras fue indiferente para los puntanos. El "apagón de consumo" al que se había invitado a participar ayer en todo el país, en San Luis pasó desapercibido.

El llamado a no comprar sólo alcanzó los límites del voluntarismo virtual de las redes sociales Facebook y Twitter, una afirmación fácil de comprobar con recorrer el centro puntano.

Al mediodía, en la estación de servicio El Salvador de la marca YPF, que está ubicada sobre la avenida Lafinur y calle Bolívar, el movimiento de clientes era fluido, como cualquier otro día hábil. Allí, los automovilistas hacían fila para recargar combustible, uno de los productos puestos en la mira por los consumidores, ya que en la última semana tuvieron aumentos del 6 y 12 por ciento.

"No me queda otra que ponerle nafta al tanque porque tengo que ir a San Jerónimo, es un viaje que no puedo suspender", dijo Ricardo, uno de los automovilistas que esperaba aprovisionarse para salir a la ruta con apenas 50 pesos, ya que su vehículo funciona a gas.

Otro de los conductores que aguardaba por abastecerse de combustible fue Víctor, un mendocino que pasó unas minivacaciones en San Francisco. "Creo que este tipo de convocatorias, si son masivas, sirven como un llamado de atención. Si estuviese en Mendoza con el tanque vacío no lo llenaría para contribuir con la protesta contra el aumento de precios", afirmó a El Diario de la República.

Según explicó uno de los playeros de El Salvador, Gonzalo, durante toda la mañana las ventas fueron con total normalidad, lo que confirmó que el llamado al "apagón de consumo" no tuvo éxito en la ciudad.

"Las empresas que trabajan con movilidad y la gente vinieron como todos los días. Creo que nunca van a cambiar las cosas con no ir a comprar, porque la gente tiene que comer y usa el auto para ir a trabajar. Se tendrían que tomar otro tipo de medidas para protestar", indicó el trabajador.

La compleja estructura que representa el mercado y su control sobre las sociedades, se reflejó sobre todo en los supermercados, donde tampoco la consigna del "boicot" encontró eco. En dos de las grandes cadenas comerciales que funcionan en San Luis, los clientes fueron los habituales, por lo que las cajas de cobro no pararon de recaudar durante la jornada de protesta nacional.

"Trabajo todos los días y tengo que comer como cualquiera. No creo que se pueda cambiar algo tan complejo como el mercado. Si los políticos no se ponen las pilas, no queda otra que agachar la cabeza", sostuvo Gustavo, mientras esperaba en la puerta de ingreso del supermercado Vea, ubicado en la calle San Martín.