La protesta que realizaban en plaza Pringles un grupo de cadetes del Instituto Superior de Seguridad Pública, que pedían su incorporación a la fuerza tras haber desaprobado un examen psicológico, llegó ayer a la tarde a su fin. El desenlace se produjo después de que el juez de Faltas municipal, Alejandro Ferrari, realizara una intimación para desocupar este espacio público.
En marzo, el Gobierno informó que 25 cadetes habían reprobado el exámen psicológico.
"A raíz de la denuncia de Fiscalía de Estado tomó intervención el Juzgado de Faltas que ordenó la intimación", afirmó Ferrari. El abandono de los cadetes del espacio público se produjo sin incidentes.
Ferrari aseguró que la Municipalidad de San Luis siempre se negó a cumplir con la intimación, a pesar de que es el organismo natural para hacer efectivo este procedimiento.
"La intimación se canalizó en forma conjunta a la Policía de la Provincia y los inspectores municipales, pero estos últimos dijeron no tener personal", distinguió el juez de Faltas.
A principios de marzo el Ejecutivo puntano había publicado un estudio psicológico en el que estableció que 25 cadetes "no estaban aptos" para su incorporación a la Policía provincial.


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