Una brasileña con la mitad del corazón puesto en San Luis

La fiesta carioca se siente cada vez más cerca y el trabajo de los organizadores comienza a tomar una velocidad vertiginosa.
En ese torbellino está metida la coordinadora general técnica del carnaval, la brasileña Celia Domíngues. La mujer, un nombre muy influyente en el carnaval de su tierra, divide su año entre San Luis y Río de Janeiro. 

Cinco ediciones pasó Celia en la organización del Carnaval. Fue una de las primeras organizadoras de la fiesta.

ETC la encontró en uno de sus raros descansos entre los viajes que hacía a Potrero de los Funes. "Estamos muy bien orientados. Los trajes ya están siendo finalizados en Terrazas del Portezuelo", enumeró Domíngues en perfecto portuñol. Y agregó que en cada etapa de la producción hay gente de San Luis. "Es muy importante porque eso quiere decir que ya están preparados para participar en la producción a pleno. Si bien también importa la venida de nuestros capacitadores que fueron los maestros, la gente está muy bien orientada".
Como parte del reporte casi final del carnaval, Celia, contó que las carrozas ya casi están listas y que auguran grandes sorpresas para el público de este año. Y añadió que los últimos pasistas que vienen de Brasil llegarán  entre este mediodía y en la tarde. “Todos estamos muy contentos por hacer el espectáculo nuevamente”, reseñó. 
Una de las grandes novedades de esta edición será la presentación de la Escuela de Samba Infantil. 
Al respecto, Domíngues dijo que en Brasil hay una confederación de escuelas de samba de niños. "Por eso conversamos con el Gobernador acerca de la posibilidad de incluir chicos en la escuela y a él le gustó la idea, comenzamos a trabajar en ese proyecto. El martes pasado miré la clase de niños y volví muy emocionada de verlos a todos haciendo lo que la capacitadora, Luciana, les enseñaba, haciendo samba en los pies, moviendo las caderas. Me emocioné mucho porque la escuela de niños pegó con mucha rapidez. Todos se comportaron con mucha disciplina", dijo la coordinadora, quien también se conmovió mucho al ver a las mamás y los papás mirar a sus hijos.
Celia contó que los trajes para los pequeños también deslumbrarán en las noches de Potrero y aseguró que a más de uno se le escapará una lágrima cuando los vean pasar. Los 160 chicos serán los encargados de romper el hielo cuando abran el carnaval en la primera noche.
En cinco años de trabajo, que van firmes hacia los seis, brasileños y puntanos han logrado un vínculo especial que va más allá del trabajo juntos. 
“Yo sé que nosotros venimos acá para enseñar. Pero luego de seis años aprendimos mucho. Por ejemplo, cuando vine no hablaba ni una palabra en español y aunque ahora no lo hablo perfectamente, nos podemos comunicar mejor. Eso hizo que la gente de Brasil tenga interés de aprender el idioma, de conocer a la gente, de conocer su rutina, de traer a nuestros seres queridos", dijo.
Para Celia, sucede lo mismo a la inversa. "Todas las personas que vienen de Brasil durante el año a hacer capacitaciones ya están familiarizadas con los puntanos. Se visitan en las casas, se juntan a comer churrascos, hacen fiestas. Existe un intercambio cultural muy importante", señaló y aseveró que el plan de enseñar y aprender de la gente de San Luis ya está consolidada. "Hemos hecho un camino de amistad”.
Domíngues dijo que durante las veladas carnavalescas, ella no sólo mira el desfile sino que también trabaja en la producción y disfruta un poco porque le gusta ser parte de la fiesta.
Este fin de semana su festejo se unirá al de las personas de todo el país que lleguen a Potrero de los Funes a ver esta celebración carioca que los esperará con grandes sorpresas y excelentes artistas de renombre internacional durante el desfile y en los números de cierre.