Cinco aeronaves de las fuerzas armadas estadounidenses y australianas continuaban este viernes con el rastreo de los posibles restos del Boeing 777 desaparecido. Esta vez la búsqueda del avión de Malasia se realizaba en una zona remota al sur del Océano Índico, a unos 2500 kilómetros al suroeste de Perth.
Las imágenes satelitales habían mostrado dos objetos borrosos, uno que podría medir unos 24 metros.
En el contingente aéreo trabajan tres aparatos militares australianos P-3 Orions, un P-8 Poseidon de la marina estadounidense y un Bombardier Global Express civil. La distancia de la costa australiana no hace más que dificultar los esfuerzos ya que los aviones sólo disponen de unas dos horas de autonomía para realizar las búsquedas, antes de tener que regresar a Perth para repostar.
Por el momento se barajan tres hipótesis: un secuestro, un sabotaje del piloto o una crisis repentina que incapacitó a la tripulación y que produjo en última instancia que el avión se estrellase.
AFP-NA
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