Al igual que en la ciudad de San Luis, las bolsas que cuelgan de las manos de los pasistas llevan, en su gran mayoría, cajas de perfumes y cremas de industria nacional para obsequiar a sus familiares. Las compras forman parte de la rutina matutina y algunos comercios extendieron el horario para facilitarles una mejor atención. Después, brasileños y turistas de otras provincias comparten el almuerzo y la cerveza para la sobremesa.
Hay 635 hospedados en Villa Mercedes.
El ritmo diario villamercedino está un poco alterado por la concurrencia de turistas y brasileños, y eso se refleja en algunos comercios del centro.
La mayoría de los cariocas realizan las compras por la mañana y hasta las primeras horas de la tarde, antes de partir hacia la capital provincial para brindar su espectáculo musical. Algunos negocios percibieron eso y decidieron extender el horario de atención para incrementar las ventas. Así lo afirmó Alejandro Sanuni, el propietario de una de las perfumerías más concurridas por estos días. “La gran mayoría son los perfumes de industria nacional y algunas cremas. Importados sólo vendimos dos. Nos ajustamos a la necesidad que tenían ellos y para estar un poco más tranquilos, la idea es abrir también el domingo en horario reducido por el personal disponible”, describió.
Otro de los beneficios que previeron fue tomarles el valor del real a 5 pesos, “por una cuestión de practicidad del cálculo; sabemos que vale menos pero es preferible recibírselos a esa cantidad a que tengan que ir antes a alguna financiera que les cambie”, detalló el dueño del comercio.
Cristiano Foguinho, uno de los “mestre sala”, que desfila con las banderas, de la comparsa Inocentes de Belford Roxo, indicó que compran perfumes para llevar a los padres y algunos dulces y alfajores. Esos productos los adquieren en los grandes supermercados, porque son más baratos, según reconoció.
Al mediodía, los restaurantes y bares preparan menús variados, pero las mesas muestran que los brasileños no pudieron despegarse de algunas tradiciones. “El arroz caliente siempre como entrada, el jugo de naranja y las papas fritas abundan en sus mesas", contó Jessica Marinelli, encargada de uno de los restaurantes céntricos.
En otra casa de comidas frente a la plaza Pedernera lo que más salida tienen son los lomitos y hamburguesas. Para acompañarlos, gaseosa y la infaltable cerveza. Quienes quieren gastar menos, optan por comprar la bebida en los quioscos. “La tendencia es la cerveza pero por ahí llevan algún espumante. Vienen cuando están libres y eso ayudó en las ventas”, comentó Gustavo, dueño del 24 horas frente a la plaza.
La ciudad cuenta también con gente de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, y en los hoteles casi lograron ocupar las 1.200 plazas disponibles.
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