“Mi hija volvió a vivir después de que recuperamos la cicladora"

Fueron siete días oscuros aunque al final salió la luz para Sofía, de 4 años. La nena, que sufre de insuficiencia renal crónica, recuperó las  esperanzas de vivir cuando apareció la cicladora que le robaron y estuvo desaparecida siete días. “Cuando tuve el aparato en mis manos sentí que valió la pena llamar a los medios y a la Policía. Lo primero que me pasó por la cabeza fue: mi hija recuperó la vida”, dijo su madre, María José Lozano sobre el artefacto indispensable para hacerle la diálisis.
“La máquina le ayudó mucho para eliminar los líquidos. Después del robo empezó a retenerlos y a subirle la presión. Ahora ya se está regularizando. Es un cambio impresionante. La persona que la tuvo, me parece que debió haber reflexionado”, expresó la mujer de 27 años, que de a poco vuelve a la tranquilidad tras una semana negra.
Tanto cambió la vida de la familia Pedernera que debieron modificar sus hábitos. Ya no tienen la cicladora en las 500 Viviendas  del sur de la ciudad sino que está en otro barrio, que prefieren mantener en reserva.
Lozano contó: “Ahora volvió a dializarse durante la noche, como antes de que pasara todo esto. Estamos muy felices”, aseguró María José. Jamás pensó el impacto medial que tuvo la noticia.
Con las aguas más calmadas, Sofía ya puede jugar con sus hermanitas Lourdes (de 8 años), Sashya (7) y Rousy (2), después de una semana en la que tuvo poca actividad porque estaba conectada a un aparato de manera manual y el proceso para quitar el líquido se ralentizaba. “Fue un cambio brusco, jugaba muy poco y ahora está de acá para allá todo el día. Volvió a vivir”, contó y repitió feliz la madre. El fotógrafo de El Diario lo comprobó en la sesión fotográfica porque la pequeña se mostró muy inquieta y no quiso largar sus peluches del Sapo Pepe y de Minnie durante la sesión fotográfica. 
Durante este mes, la nena se someterá a una serie de análisis, que serán previos al trasplante. Si los exámenes salen bien, cerca de fin de año ya va a entrar en la lista de espera del Incucai. Después deberá llegar a su peso para soportar la operación, es decir, tener 15 kilos. Ahora está en 12,5. Lozano dijo que el artefacto le ayudará a alcanzar esa meta sin inconvenientes.
Diego Pedernera, esposo de María José, debió cuidar a sus hijas durante estos días. Lejos quedaron los días de depresión y angustias, en parte, sostenido por su mujer, quien se puso la mochila al hombro y salió a pelear contra el viento desfavorable.

"Los medios de comunicación fueron el motor para que apareciera la cicladora de Sofía”.

El sufrimiento
En noviembre del año pasado, a Sofía le colocaron un catéter en el abdomen porque le faltaba el aire y subía de peso. Todos los meses viaja a Córdoba para el chequeo, aunque en el último mes debió ir cada 10 días ya que “a Sofía la tienen que revisar por un mínimo resfrío”. La semana pasada realizó un tratamiento ambulatorio en una clínica de la ciudad. “La llevé todos los días cada cuatro horas al sanatorio para realizarle la diálisis. Los cambios son manuales así que con los catéteres que tiene en la panza debieron ser manipulados más veces por día y eso incrementó las posibilidades de contagio”, declaró.
Lozano contó que el viernes, antes de que apareciera la cicladora, el ministro de Salud, Gastón Hissa, la llamó porque el Gobierno analizaba la posibilidad de comprar la máquina, aunque admitió que se complicaba la operación debido a las trabas de la importación. “Ya con eso estábamos contentos. El ministro fue sincero porque teníamos que esperar a ver cómo se podía manejar la situación”, aseguró.
La feliz noticia fue el viernes pasado cerca de las 13 cuando la llamaron de una radio de la ciudad de San Luis. “Me dijeron que habían dejado un paquete con una máquina. Así que salí volando. El aparato estaba lleno de barro, como si lo hubieran dejado afuera, a la intemperie. Pensé que se había mojado y que no anduviera, pero después de que la Policía la revisó para ver si encontraban huellas, no hallaron nada, la enchufé y andaba. Eso sí, estaba desprogramada”, explicó Lozano.
A la media hora ya viajaba a Córdoba hacia el Hospital Allende para que el doctor que la atendía vuelva a programar la cicladora. El jefe de la Policía Caminera, Marcelo Balbo, acompañó a la mujer en un auto particular. El mismo día ya estaba de regreso en San Luis.
“El hecho llegó a Buenos Aires. El motor para haber llegado a la máquina fue posible gracias a los medios que difundieron lo que pasó”, dijo y sostuvo que “sintió un apoyo enorme de la gente que hasta no conocía”. Lozano recibió llamados de personas que se ofrecieron a poner dinero para comprar el aparato.
Aún shockeada, la madre sostuvo: “No tengo palabras para agradecer al Gobierno de la Provincia que se acercó por el caso, a la Policía y a la División de Delitos que trabajó para encontrar la máquina”.
Sofía hace dos semanas tiene un cuadro de peritonitis. Por eso, le realizaron un tratamiento ambulatorio en una clínica privada de la ciudad de San Luis donde le colocaron un remedio por las venas durante siete días.