Una mujer tenía en su casa una plantación de marihuana

“Son para consumo personal”, fue lo primero que se le habría ocurrido decir a la dueña de casa para justificarle a la Policía la presencia de la droga. Pero eso no basta en la cabeza de los investigadores que, en el allanamiento a la vivienda del barrio Libertad de Villa Mercedes, secuestraron seis plantas de marihuana, 20 cajas con cosecha y cerca de 20 frascos cargados con cogollos listos para consumir.

Fue en calle Ameghino, entre Olloqui y Chile, bien al frente de la plazoleta “Los Quinteros”. Los efectivos de Brigada de Investigaciones y el Comando de Operaciones Radioeléctrico (COE) ni siquiera fueron al domicilio con el dato de que ahí había lo que ahora investigan, podría ser un centro de venta de drogas. Llegaron a las 11:30, con la pista de que allí podría residir o esconderse el autor de un robo que sucedió en jurisdicción de la Comisaría 9ª. “El damnificado de ese delito es de apellido Ortiz. Le sustrajeron una moto, un puñado de cosas de oro y plata, un TV plasma y una computadora portátil”, detalló el subcomisario Juan Carlos Acevedo.

Con la orden del juez penal N° 1, Alfredo Cuello, los policías entraron a la vivienda. Estaba sólo la dueña, una mujer de 27 años. Veía televisión con su hija más chica.

Los efectivos no tuvieron que revolver mucho más. Antes de que pudieran preguntar por el sospechoso que buscaban, el tufillo a marihuana inundaba el ambiente. A la vista, regadas en los pisos de la cocina, los dormitorios y el pasillo estaban las cajas de cartón,  de distintos tamaños. “Contenían parte de la cosecha de la planta y, bien adentro, quince frascos de vidrio repletos de cogollos, o sea la parte donde se concentra la mayor pureza de este vegetal”, explicó.

Según explicó el jefe de División Drogas Ilegales, Carlos Salinas, las hojas que no estaban envasadas atravesaban la etapa de desecado, tomaban aire para después ser picadas y armar los bagullos. 

La Policía fue, entonces, hasta el patio trasero. Entre medio del desorden de los cajones, las sillas y el alambrado que había afuera distinguieron, sin problemas, las plantaciones. Eran formidables. Casi toda la decena medía, a simple vista, alrededor de dos metros de alto por tres de ancho.

“La planta más chica mide unos 76 centímetros y la más alta 2,85 metros. De las cajas incautamos 136 ramilletes y de lo que había en los frascos registramos 659 gramos”, especificó el inspector. Según sus estimaciones, la especie que ocupaba casi todo el jardín fue plantada hace apenas unos cuatro meses.

En la casa vive la mujer  -Toxicomanía no informó su identidad pero trascendió que se trataría de Romina Palorma- con su marido y dos hijos de unos diez años. Ella no tuvo inconveniente en admitir que las drogas que hallaron allí son de su propiedad. Fue detenida y puesta a disposición del Juzgado Federal. El hombre todavía no fue localizado. Pero los investigadores saben que tiene unos 35 años, que trabaja en una gomería y es conocido por muchos como “El oso” y sería de la barrabrava del club San Martín. Mientras que en el barrio nadie quiso comentar, ni siquiera desde hace cuánto eran vecinos suyos.