"El acatamiento fue importantísimo, extraordinario, del 95 por ciento a nivel nacional, 98 por ciento en determinados lugares", aseguró el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, durante una conferencia de prensa. Se adhirieron a la medida de fuerza nacional de este jueves los gremios del transporte, de camioneros y dirigentes de izquierda que hicieron piquetes en distintos puntos del país.
El paro afectó principalmente los servicios de transporte de pasajeros -trenes, colectivos, subtes- así como los vuelos aéreos; además del traslado de cargas y la recolección de basura.
Flanqueado por Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y Pablo Micheli (CTA disidente), Moyano evaluó que "no fue un paro por capricho" y advirtió que el arco gremial opositor hará "un análisis muy profundo" sobre el resultado de la medida "y a partir de ahí elaboraremos un plan de lucha o hacer una marcha de silencio para que el gobierno empiece a entender".
Para el camionero “quedó de manifiesto la bronca y el desencanto que hay en la gente por el maltrato permanente que da el Gobierno nacional".
Desde temprano, el gobierno nacional minimizó la huelga calificándola de "política", de un "gran piquete nacional con paro de transporte" y de "metodología del medioevo”.
Por la noche, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, formalizó la quita del subsidio correspondiente a la jornada a las empresas de colectivos que no hayan prestado el servicio, tal como había amenazado días atrás.
DyN
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