Una funcionaria-gremialista adhiere al paro nacional pero "obliga" a su equipo a trabajar

Un verdadero culebrón se desató en las últimas horas en Fraga. La tranquilidad de una localidad entera se vio interrumpida por la rabia que se generó puertas adentro del Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) Nº 89. Sucede que la directora del establecimiento, Soledad Rodríguez, le pidió a sus trabajadores que no adhieran al paro nacional de este jueves. Sin embargo ella, en su condición de integrante de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), se suma a la suspensión de las actividades. 

Rodríguez es conocida por ser una referente "ultrapoggista", de "paladar negro". Y a instancias de la política nacional, se la reconoce por su ferviente fanatismo por Javier Milei. La delegada gremial fue puesta en sus funciones por el propio oficialismo provincial. Hay una columna vertebral claramente trazada, aunque "suene a contradicción" su rol de gremialista. 

"Este jueves ella adhiere al paro. Se ha juntado con todo el personal y les ha dicho que se tiene que sumar a la medida de fuerza porque es delegada gremial de UPCN pero les advirtió que de 'ninguna manera' los trabajadores podían hacer paro. Todos se querían adherir pero no podrán", aseguró una fuente local que prefirió mantener su identidad bajo reserva.

Esta situación ha causado un fuerte "barullo" y remarcan que "la quieren denunciar". Lisa y llanamente, los empleados están "re calientes". 

En este sentido, en la localidad subrayaron que la mujer, obstetra de profesión, "es una perseguidora total". La gente no quiere hablar con nombre y apellido porque tienen "miedo" pero ya están hartos de las dobles caras y la soberbia. Una lamentable realidad que azota a la salud pública en muchos lugares. 

"Justo se viene un operativo muy grande, una especie de maratón de control de niños, donde vienen desde diferentes parajes. Ella les ha dicho que hará paro pero les advirtió a los empleados que 'no se pueden mover' del hospital. Los han apretado", subrayó la fuente.  

Habrá que ver cómo siguen los hechos. Por ahora, la "doble moral" reina en Fraga.