Semana Santa, una oportunidad para reflexionar y recibir gracias

La celebración de Pascuas para los católicos representa mucho más que regalar y compartir huevos de chocolate, o de disfrutar una deliciosa rosca con el mate de la tarde. Es una época en la que los fieles se preparan para recibir gracias espirituales, dedicar un espacio importante a la oración y revivir el misterio del amor de Dios en Jesucristo. En todas las parroquias de la Diócesis de San Luis se organizaron diferentes actividades para rememorar la Semana Santa. En la Catedral se realizarán las actividades principales.
“El Domingo de Ramos la gente acostumbra llevar un ramito de olivos a su iglesia para que sea bendecido y, en procesión, hacer memoria de la entrada triunfal de nuestro Señor a Jerusalén. Es un día de bendiciones, cantos y lecturas, el énfasis está puesto en la pasión, para entrar en el misterio de la Semana Santa”, explicó el padre Alberto Olivera, vocero del Obispado de San Luis.
En la Catedral hoy a las 10:30 se lo celebrará con la procesión y la misa será en los horarios habituales, a las 8, a las 10, a las 11, a las 19 y a las 20. Lo mismo será en siete días, el Domingo de Pascua.
Durante la semana se oficiarán misas en los horarios habituales de cada parroquia, salvo el viernes, el único día del año en que no se renueva en el altar el sacrificio de Cristo. Es un día muy dedicado a la memoria de la muerte de Cristo y a reflexionar. Algunos templos  organizarán Vía Crucis o diferentes actividades cuaresmales.
Como todos los años, la misa crismal será el miércoles a las 11 en la Catedral. "Allí, el Obispo reunirá al presbiterado para renovar las promesas sacerdotales. En esta oportunidad se bendicen los óleos, para las ordenaciones sacerdotales y los catecúmenos, para los bautismos y para la unción de los enfermos", dijo.
Para la Iglesia, el jueves comienza la pascua, no el domingo. “Ese día el Señor elige a los doce apóstoles con nombres concretos y los invita a seguirlo. Un gesto muy bonito en la misa, que representa la última cena del señor, es el lavado de pies como señal de servicio”, dijo Olivera y agregó que por la noche, cuando termina la misa, la eucaristía se traslada a un lugar destacado en cada parroquia y en la Catedral, la mayoría permanecerán abiertas durante toda la noche, otras lo harán hasta medianoche, para que nadie pierda la oportunidad de adorar al santísimo sacramento.
Otra de las costumbres del jueves a la noche y del viernes a la mañana es visitar siete iglesias, para rememorar los distintos pasos de Jesús por los juicios que presenció antes de ser crucificado. “Es un día muy alegre, muy feliz. De agradecimiento al Señor que se quedó con nosotros en la Eucaristía. Cada monumento se prepara especialmente, algunas iglesias ponen flores, recrean con uvas, en algunas hay una mesa con pan y el cáliz. Cada persona elige las que visita, pueden ser recorridos diferentes y se hacen caminando".
El viernes a partir de las 15 comienza la celebración de la pasión, en la Catedral será a partir de las 17. “El signo del Viernes Santo es la cruz, la única vez, durante toda la liturgia, en la que nos postramos ante el misterio de la cruz. El obispo hace un signo de postración igual que el Papa, en el que se utilizan ornamentos rojos muy simples, por el signo de la pasión, se acostumbra a realizar lecturas”, afirmó y agregó: “A partir de ahí comienza el rezo del Vía Crucis, no el viernes a la mañana. Es todo un proceso en el que se recuerdan los catorce momentos que vivió nuestro Señor antes de entregarse por todos nosotros”.
En la noche del Sábado Santo empieza la vigilia de Pascua con la bendición del fuego. Se enciende el cirio pascual con el templo a oscuras, las luces se prenden cuando se canta el Pregón. “En la última fase hay tres llamados que se hace al pueblo de Dios: ‘ésta es la luz de Cristo’, un canto con un texto muy antiguo que hace mención a la luz que ha venido de los cielos. Comienza la Pascua, se encienden las luces, se viste el altar, se ponen flores, los cantos son de alegría, porque celebramos la santa misa, la resurrección del Señor”, explicó Olivera.
El domingo es de fiesta para los cristianos, se celebra misa, la familia disfruta de la costumbre de compartir su almuerzo, los huevos de chocolate y la rosca, preferida por los más grandes.