Lucrecia San Emeterio, su hermana Nicoletta, su primo Lucas Franzi y sus amigos Pedro y Gonzalo Agúndez estaban en Cartagena de Indias cuando se encontraron con un personaje tan "autóctono" como la playa misma.
"Fue hace tres años. Había un simposio de escritores latinoamericanos, estaban todos", recordó Lucrecia.
Por esos días, y como cualquier turista, el grupo de puntanos salieron a comer. En el restaurante tuvieron la suerte de encontrarse con los protagonistas de ese encuentro literario.
"Todos eran escritores colombianos y entre ellos estaba Gabriel García Márquez que salió, bailando, porque había música. Nosotros lo abrazamos, él nos abrazó, se quedó con nosotros. Después vino la esposa, se presentó y se fueron", dijo la chica acerca del breve encuentro.
Los puntanos estaban en la parte de afuera del restaurante, mientras que los escritores comían adentro en una gran mesa, según recuerda Lucrecia, quien admitió que no conocía a todos los autores que estaban allí.
"Lo único que le dijimos fue que era un grande, que nos había cambiado la vida a todos los que estábamos ahí. Yo le dije: 'Dejáme sacarme una foto con vos', y él me respondió: 'Buenos pero me la mandás'. Como en chiste".
El flash pronto llamó la atención de los distraídos que no habían advertido la presencia de Gabo pero que, al hacerlo, también quisieron un momento con el escritor. Eso bastó para que los organizadores y su esposa, se llevaran al autor y el encuentro con los puntanos terminara.
"Cuando lo vieron casi se mueren", definió Lucrecia sobre la reacción de los demás comensales del restaurante.
Más Noticias