La ciencia y la tecnología son los alimentos esenciales para una economía moderna y el apetito que tiene la provincia ya comienza a manifestarse en las estadísticas. El Instituto Argentino del Análisis Fiscal (IARAF) determinó que San Luis está entre las tres jurisdicciones del país que mayor inversión per cápita realizan en estas dos áreas en base a sus respectivos presupuestos.
El ranking refleja que en primer lugar está Salta, que destina el 1,06% de su presupuesto a Ciencia y Tecnología (CyT). Después está Córdoba con un 0,5% y cierra el podio San Luis con un 0,3%. A mucha distancia, con cifras que promedian el 1%, se ubican provincias como Mendoza, San Juan, Chubut y La Pampa. Las que poseen los indicadores más bajos son Capital Federal, Corrientes y La Rioja.
Los datos que toma el IARAF para realizar esta medición de competitividad derivan del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCYT) y de la Dirección de Coordinación Fiscal con las Provincias (DNCFP). Las últimas estadísticas disponibles corresponden al 2012.
La infraestructura digital es un campo en el que San Luis hace rato apunta sus cañones. Entre sus aspectos más salientes está la entrega permanente de computadoras a los alumnos del nivel primario (la última semana otorgó la netbook número 80 mil) y el Parque Informático La Punta (PILP), que congrega a decenas de empresas y que es reconocido como un referente en el sector.
El representante del Consejo Federal de Entidades Empresariales de la Industria del Software y Servicios Informáticos (CFESSI), Eduardo Colomer, señaló en un congreso celebrado el mes pasado en la ciudad de La Punta que “San Luis muestra el camino que debemos seguir”.
Si el análisis se hace por volumen general y no según la distribución de los fondos por habitante, las jurisdicciones que alcanzan la mayor inversión son Buenos Aires y Córdoba con un 29 y un 23 por ciento, respectivamente. Sin embargo, el monto asignado por la economía bonaerense se diluye cuando se hace la distribución per cápita, al revés de lo que pasa con la provincia mediterránea, que ocupa el segundo puesto en el listado por competitividad.
Por eso el IARAF no duda en calificar a este estado como “motor de la inversión en ciencia y tecnología a nivel subnacional".
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