Como los hombres de campo, Horacio Guarany pide que le hablen fuerte. "No escucho bien, además me pasé la vida en el campo y allá se habla así, casi a los gritos". Entonces la charla, pese a que es frente a frente, a pocos centímetros de distancia, tiene un tono elevado.
El vozarrón de Horacio, el que tantas veces subió a los escenarios del país, se escucha al máximo en las respuestas que le dio a ETC. en una entrevista exclusiva. La presencia de Guarany en los medios nacionales es numerosa por estos días en los que la promoción de "El grito en la sangre", la película que filmó en la provincia, le ocupa mucho tiempo.
La premiere que se hizo en San Luis lo encontró saludando a quienes lo rodeaban y firmando todos los autógrafos y discos que le solicitaron.
—¿La película es la concreción de un viejo anhelo?
—Me siento muy feliz con la película. Fue todo realizado de manera muy responsable, con colaboradores muy hermosos y un gran director. Cuando buscaba uno, lo fui a ver a mi gran amigo Leonardo Favio que me dijo ‘yo no puedo’ pero te voy a dar el nombre de alguien que te va a hacer una gran película. Fernando Musa es en hombre que trabajó con Leonardo toda la vida. Yo pensé ‘¿quién será este loco?’ pero cuando nos conocimos trabajamos bien juntos. Fue un placer.
—Es una película muy real en cuanto lo que muestra.
—Es muy lindo cuando el hombre puede lograr las cosas que no solamente le sirven a él sino que le sirven a los demás. Hemos visto algunas películas en Argentina que lamentablemente o no saben o no les interesa o buscan éxitos y muestran al hombre de campo de la provincia no muy cierto ni muy auténtico. Eso es muy doloroso. Por supuesto hay honrosas producciones, pero cuando se toca el problema en la vida del hombre de campo, del gaucho, no se toca la realidad. Fernando Musa lo logró.
—¿A qué lo adjudica?
—¿intuición? ¡no creo! Fernando Musa estuvo muchos años con Favio y aprendió. Eso es evidente. Es un gran director.
—¿Cómo fue que "El grito..." llegó a San Luis Cine?
—Yo le traje un libro a San Luis y me dijeron “hágala a esa película”. Vinimos con distintas personas a ver las locaciones, pedimos casas prestadas, pero estábamos lejos de la cosa. Y me acordé de Leonardo Favio, si no te orienta Favio ¿adónde voy a ir? Pobrecito ya estaba enfermo pero alguien iba a dirigir, según él mismo me dijo.
—Y cumplió
—Así como no mintió en sus obras de arte tampoco mintió cuando me dijo ‘llámalo a Musa’. Y resultó ser un hombre brujo porque entendió todo. Y estoy muy contento con el resultado. Ojalá que la gente de todo el país compruebe que no hemos mentido, como no nos mintió Leonardo Favio.
—¿Cuál es el objetivo de la película?
—Espero que sirva, más que entretener, me gustaría que la película sirva. No hemos hecho una película: hicimos una obra de arte.
—¿Ya tiene la alegría de tener su sueño cumplido?
—En parte. Para ver mis sueños cumplidos todavía me faltan cien años: esto recién empieza.


Más Noticias