Vecinos del barrio Solidaridad piden que pase el camión de la basura

Todas las mañanas a las 7:30 María del Carmen sale a la puerta de su casa en el nuevo barrio Solidaridad, ubicado en el extremo norte de la Riobamba, al lado de los Anexos 4 y 5 del Eva Perón. No se demora ni un minuto: justo a esa hora pasa el camión de la basura por la zona y tiene que aprovechar el circuito del vehículo por las calles asfaltadas que rodean las cuatro manzanas de tierra, porque el servicio todavía no llega al interior del vecindario. La tarea diaria sólo la obliga a caminar hasta la esquina, pero esa suerte no la tiene el resto de los vecinos que viven en los 100 hogares que entregó el Gobierno hace veinte días, a quienes el trámite les exige cruzar varias cuadras para dejar las bolsas colgadas de algún palo. No hay contenedores. La Municipalidad aseguró que para colocarlos, los vecinos deben solicitarlo por escrito, al igual que la ampliación del recorrido para la  recolección de residuos.
“No entra nunca. Tenemos que llevar todo hasta la calle pavimentada. Al principio no sabíamos dónde dejarla, pero la gente del barrio de al lado nos explicó por dónde pasaba el basurero”, dijo Laura, que vive con su marido y su hija; mientras que Clara, otra vecina, afirmó: “Sería bárbaro que el camión pase por todas las cuadras. Yo estoy cerca del asfalto, pero hay otros que están más lejos”. Y  agregó que su marido, antes de irse a trabajar, deja los desperdicios en un sitio donde los empleados del servicio municipal puedan levantarlo. Lo mismo hace diariamente Rocío. Pero comentó que en las cuadras de tierra hay mucha mugre, porque no todos hacen el esfuerzo de acarrear las bolsas.
Si bien los pocos días que el vecindario tiene de vida hacen que no haya grandes basurales en la zona, existen algunos montículos de bolsas, papeles, envases de plástico, latas, pañales, ramas, escombros y hasta ropa vieja, que están desparramados en el camino. Incluso hay una hilera de desperdicios en el fondo del barrio, que da a la parte de atrás de la División de Canes de la Policía y otra acumulación en una canchita de fútbol que está frente a las casas, en una de las manzanas del Anexo 4. “La gente hizo como un depósito, si te acercás hay mucho olor porque tiran hasta pañales”, dijo Daiana.
Otro problema es que muy pocas casas tienen cestos para poner las bolsas, aún las que están sobre las cuadras de asfalto. Y las que no logran acomodarse en algún canasto o quedar colgadas de un poste son presa fácil para los perros, que las desparraman por todo el barrio. A pesar de que le quita horas de sueño, María del Carmen se queda un rato en la puerta durante las mañanas, para evitar que la gente lleve la basura después de que el camión  recorre las calles laterales y que los desechos se conviertan en entretenimiento de las mascotas de la zona. “El otro día fue el basurero y a los quince minutos aparecieron unas vecinas con las cosas para tirar. Les pedí que no las dejaran acá porque ya había pasado”, contó la mujer.
“Nosotros queremos que pongan contenedores y que el servicio de recolección se haga adentro del barrio”, dijo Yolanda, quien comentó que no han formulado todavía un pedido a la Intendencia, pero las familias que viven en las manzanas cercanas les dijeron que han reclamado varias veces por inconvenientes de luz y cloacas, nunca tuvieron respuesta y todavía genera problemas en la zona.
Juan Lebraux, director del área de Recolección de Residuos de la Municipalidad de San Luis, explicó que los vecinos deben solicitarle por escrito la colocación de un container, porque reciben pedidos de toda la ciudad y deben arreglarse con los que tienen para abastecer a la capital. Y aunque aseguró que tienen pensado redefinir el recorrido de los vehículos para ingresar al barrio, aclaró que primero deben reacomodar los recursos humanos y la maquinaria que tienen, por lo que sería más conveniente que los habitantes del Solidaridad hicieran un pedido formal. “Estamos tratando de colaborar con ese barrio y le estamos haciendo la recolección en las calles adyacentes, que son dos porque en realidad de ancho el barrio tiene dos cuadras. Y solicitamos la colaboración de los vecinos para que lleven la basura hasta la esquina”, dijo el funcionario municipal.
Además, detalló que en la dirección trabajan unas 125 personas y cuentan con 10 unidades para prestar el servicio de recolección domiciliaria y de contenedores en las seis zonas en las que está dividida San Luis. “El  Solidaridad está en la zona 1 que es de recolección diurna y comprende todo lo que es la segunda y tercera rotonda sobre mano izquierda y los anexos del Eva Perón hacia el sur”, dijo Lebraux, quien agregó que la Municipalidad tiene previsto adquirir más camiones.