Moyano advirtió por "violencia oficial" en el paro de mañana

El jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, responsabilizó ayer al gobierno nacional por cualquier acto violento que ocurra durante el paro nacional de mañana, aunque funcionarios de la Casa Rosada y la presidente Cristina Kirchner aclararon que respetarán "el pleno ejercicio del derecho de huelga".
"Nosotros no vamos a producir ningún incidente", prometió Moyano, aunque luego denunció: "El Gobierno, por todos los medios, no solamente está tratando de debilitar el paro, sino también de desvirtuar la jornada de protesta, y esto es de lo que tenemos que tener cuidado. Yo desconfío más del Gobierno que de cualquier otro sector de la sociedad".
Aunque el paro fue convocado sin movilización ni actos, agrupaciones de izquierda anticiparon que realizarán piquetes en apoyo a la huelga en los accesos a la Capital Federal y otros puntos del país.
Moyano, jefe de una de las CGT opositoras (la otra es la Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, el otro convocante del paro) adelantó que tras la medida de fuerza elaborarán otro plan para continuar con los reclamos a la Casa Rosada, y "más aún" si el paro logra un acatamiento de un 80 ó 90%, como espera.
El secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), Julio Piumato, también le apuntó al Gobierno. "Los que dicen que el paro es político me hacen acordar al primer paro a la dictadura en 1979 cuando los dictadores también decían que el paro era político. No se puede defender a los trabajadores con esos argumentos, a los trabajadores se los defiende en la calle".
De todos modos las advertencias de Moyano y sus laderos parecieron ayer quedar sin sustento luego de que el gobierno nacional trocara sus críticas iniciales a la huelga por declaraciones más moderadas y en la dirección de garantizar el derecho a protestar que antes criticaron sin miramientos.
Cristina Kirchner, al inaugurar en Tecnópolis el "Encuentro de la Palabra", le envió un mensaje de tranquilidad al sindicalismo opositor, sin hacer nombres ni referencias explícitas.
"Todos tienen derecho a hacer huelga y está bien, que nadie se sienta aludido", señaló la Presidente cuando se refería a la inauguración del ciclo lectivo que había hecho en Salta, en medio de un paro de docentes.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, remarcó que se "va a respetar absolutamente el pleno ejercicio del derecho de huelga", y exhortó a que no haya "ningún hecho de violencia".
Tomada aseguró que "el paro se hará con respeto al derecho de huelga que es el que debe ser, 30 años de democracia lo garantiza", y remarcó: "Este gobierno va a respetar absolutamente el pleno ejercicio del derecho de huelga".
El ministro de Interior y de Transporte, Florencio Randazzo, fue el funcionario de la Rosada que mantuvo los cuestionamientos al paro: "Lo único que hace es joderle la vida a la gente".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, negó que el Gobierno haya realizado contactos con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para evitar que los choferes de colectivos adhieran, y advirtió que la única medida prevista será descontar el subsidio a las empresas "por el día de servicio no prestado".
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, remarcó que nunca está "a favor de los paros", pero justificó el convocado por las centrales obreras opositoras. "No se puede vivir con este nivel de inflación", dijo.