Museo Santiago Betbeder: reflejo hacia el pasado de una localidad que tiene sus héroes

Hay un piano y un clavicordio. Hay vajilla antigua y un vestido de novia que podría ser colonial. Una cámara fotográfica cuya fecha es imposible de determinar y  una plancha a carbón. Con esos elementos, el museo Santiago Betbeder intenta demostrar cómo se vivía, se comía y se escuchaba música en la antigua Villa Mercedes.

Hay 33 fotos de intendentes en la galería dedicada a los jefes comunales. Algunos se repitieron.

Justamente la música no es un elemento menor en el viaje al pasado que representa el edificio. Uno de sus atractivos máximos es la exhibición de siete guitarras que pertenecieron a verdaderos caballeros del instrumento: Héctor "El Chivo" Montenegro, su compañero, Isodoro González; el maestro Rodolfo Bianchi, el enorme José Zavala, su compañero Alfredo Alfonso y el gran Félix Máximo María donaron sus instrumentos, resguardados en el museo en una caja de cristal.

El museo está en la esquina de Urquiza y Pedernera, en el predio de La Casa de las Culturas en Villa Mercedes. Está abierto de lunes a viernes de 7 a 13 y de 14 a 20, pero el jefe del Programa Arte, Cultura y Archivo de la Municipalidad, Darío Oliva, aseguró que si algún contingente quiere hacer una visita guiada un fin de semana no tiene más que solicitarlo. La entrada es gratuita.

En el espacio hay también dos galerías de fotos, una con los retratos de todos los intendentes de la ciudad, realizada por "Chiche" Herrera (habitual colaborador de ETC), y otra con diversos edificios de la ciudad en sus postales antiguas. 

También poeta (ver "Un escritor..."), Oliva dijo que el fin central del catálogo reunido es "que la gente pueda valorar y rescatar las cosas de su pasado y mantenerlas en el tiempo". La tarea revisionista es una constante en los museos, que mañana celebran su día. "Son un espejo de nuestra historia", dijo el funcionario.

Bautizado en honor al militar francés que se asentó en la zona, la demostración de cultura mercedina fue, en gran parte, armada por la propia población. "Mucho de lo que hay acá fue donado o prestado por los pobladores", explicó Oliva.

Enclavado en el medio de la plaza del Sequiscentenario, un proyecto municipal tiene pensado trasladar el museo a otro sitio de innegable trascendencia para la historia de la localidad. Al parecer, las piezas serán exhibidas en breve en la que fue la casa del historiador Edmundo Tello Cornejo, en Potosí y Belgrano.

Además del museo, allí funcionarían el Archivo Histórico de Villa Mercedes y el archivo personal del escritor, ambos ahora bajo la órbita municipal.

La intención de los funcionarios culturales de Villa Mercedes es hacer un polo que incluya la plaza Lafinur, la manzana 1 de la ciudad, a partir de la cual se extendió en todas direcciones, la Dante Alighieri y otras instituciones dedicadas a la difusión del pasado y el presente de la localidad.

A unas pocas cuadras de allí está plaza Pedernera, reconocida como la más activa de la ciudad. En el museo Betbeder hay dos grandes esculturas que habrían estado en ese paseo.