Poco clima de fiesta a días de la Copa en Brasil

A escasos días del inicio del Mundial en Brasil hay poca euforia copera en el ambiente. Es como si los fanáticos del fútbol y los seguidores de la Selección Argentina estuvieran dormidos o sintonizaran otro canal. 
La radio, la televisión y los diarios bombardean con información sobre el equipo de Sabella, las estrellas de las selecciones que quedaron afuera de las listas y los lesionados que debieron abandonar en el camino. Del otro lado, pocas repercusiones.
La tribuna, que no ha dejado de consumir fútbol, parece estar más pendiente de las penurias de Independiente en su búsqueda del ascenso, el contrato de Riquelme, la venta de jugadores en River y todo lo que ronda en torno al fútbol nacional en pleno receso invernal.
En el plano local, hasta el domingo pasado todas las miradas estaban puestas en el posible ascenso de Juventud Unida Universitaria. Y ahora muchos ya están con la mente puesta en el nuevo Argentino "A".
La situación en Brasil no ayuda con el clima de fiesta. Continúan las protestas cerca de los estadios de los manifestantes que rechazan las inversiones realizadas por el gobierno de Dilma para la organización del Mundial. El malestar es grande y de las críticas no se salva ni la FIFA.
Pero se acerca la fiesta del fútbol mundial y todo puede cambiar con el correr de las horas. Será cuestión de sacarse, por unos días, la camiseta del club que roza la piel desde la cuna y ponerse la albiceleste. Habrá que pegarse al televisor, respetando los lugares y las cábalas, y hacer fuerza por Argentina. 
Y así, de a poco, torcer este alerta meteorológico que anuncia un frío Mundial para convertirlo en el calor copero que caracteriza a la hinchada argentina.