“¿Cómo te llamás?”, preguntó un policía vestido de civil. “Cristian Walter Allende”, le respondió. “¿Edad?”. “Veintisiete años”. “¿Número de documento?”. “32.037.869”. “¿Domicilio?”. “Barrio Eva Perón, manzana 34, casa 18”. “¿Estado civil?”. “Soltero”. “¿Sabés leer y escribir?”. “Sí”. “Esa campera que tenés puesta, ¿es de River?” “Sí”, le contestó. Todo coincidía. Por su aspecto y los datos que dio, ese joven rodeado de agentes, que tenía las manos hacia atrás, asidas con esposas, la cabeza tapada con la capucha de su campera, la cara pegada al suelo y todo el cuerpo extendido sobre los pastos altos, desprolijos y secos de una vereda era el que buscaban desde hacía 10 días por el asalto en el que mataron a Angélica Araneda.
La detención de Allende, a quien los investigadores identifican con el alias de “el Mono”, fue en el frente de la casa 26 de la manzana 36 del barrio El Lince, precisó el jefe del Departamento Judicial de la Policía, comisario Hernán Soloa. Fue ubicado y aprehendido por efectivos de la División Delitos. Ellos lo requisaron en presencia de testigos. No estaba armado. Sólo tenía efectos personales, entre ellos, el DNI, refirió el comisario.
Cuando la juez Penal Nº 3 Virginia Palacios ordenó su captura, la Policía contó que los rumores recogidos en la calle indicaban que “el Mono” se había ido a “Mendoza o a San Juan”, recordó Soloa. Después comenzaron a sospechar que “nunca salió de la provincia”, dijo.
“Todas las unidades investigativas de la Policía trabajaban en base al oficio librado por el Juzgado del Crimen Nº 3, en el que se ordenaba la captura de Allende. Cada unidad manejaba su línea de averiguaciones. Trabajamos con el personal de Delitos anoche hasta tarde. Y hoy (por ayer) se logró individualizarlo en la calle”, resumió. El sospechoso andaba solo y a pie.
Preveían que al concluir con la requisa y los trámites, iban a trasladarlo a la División Homicidios, a cargo de la causa, y luego lo alojarían en una comisaría. Estiman que la juez podría citarlo a declarar hoy.
Andrés Reynaldo “El Bibi” Rojas –el primer sospechoso arrestado– y los dos adolescentes de 16 años que se entregaron la semana pasada por su presunta participación en el asalto mortal ya se presentaron a la indagatoria.
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