Mandaron a la cárcel a "el Mono" Allende por el crimen de Araneda

Al parecer, la decisión de declarar en la indagatoria poco le sumó a Cristian Walter “el Mono” Allende, uno de los tres sospechosos de matar a Angélica Araneda en un robo en una casa del barrio Ignacio Vidal de San Luis. Las respuestas y explicaciones del joven de 27 años fueron tan vagas e incoherentes que dejaron en evidencia lo endeble de su coartada. La juez Penal Nº 3 Virginia Palacios ordenó anoche que lo trasladaran al Servicio Penitenciario Provincial, procesado por homicidio en ocasión de robo calificado por el uso de arma de fuego, confirmó una fuente judicial.  
Pero la declaración no fue el único elemento que la magistrado habrá tenido presente a la hora de resolver la situación procesal de Allende. 
De los dos menores que su pusieron a disposición de la magistrado, el primero, de 16 años, fue el único que habló. Confesó que había entrado a robar a la casa de la familia González Araneda con dos cómplices, y los identificó. Uno era un amigo, de 16 años, que vive en el mismo barrio que él, el Eva Perón, y que se entregó después. El otro era Allende. Según el relato del adolescente, quien le disparó a Angélica fue “el Mono”. 
La fuente dijo anoche que las referencias que dio ese chico –que fue procesado, al igual que su amigo, pero está libre, por su edad– guardan coherencia con la declaración de Paula González Araneda, la hija de Angélica, uno de los familiares que estaba en la casa cuando irrumpió la banda, el martes 27 de mayo a la mañana. 
Paula aportó detalles sobre las características fisonómicas y de la vestimenta de los tres delincuentes y los roles de cada uno. Precisó que uno los delincuentes, el que tenía la voz de mando, tenía una gorra o capucha oscura, unos lentes negros grandes, “como los que usa el cantante del grupo ‘La Mosca’ (…), se le notaba que tenía la cara llena de pocitos, como cuando uno ha tenido granos”. En efecto, “el Mono” tiene la piel de la cara con profundas marcas por el acné. 
Según declaraciones incorporadas en el expediente, la banda llegó y escapó de la vivienda en una moto roja de baja cilindrada a la que le faltaba parte del carenado. 
Al día siguiente del asalto, la Policía hizo ocho allanamientos. Uno de ellos fue en el domicilio de la abuela de “el Mono”, en el barrio Eva Perón. Encontraron un rodado de ese color, que no tenía algunos de los plásticos que la recubren. La motocicleta es de Allende. 
Otra de las requisas fue en la casa del ahora procesado, ubicada en el mismo barrio. Él no estaba. Pero hallaron una bala calibre 22, igual a la que la extrajeron del cuerpo de Angélica en la autopsia, precisó anoche el informante.