No hay peligro de derrumbe o de siniestro a corto plazo pero la falta de una cura inmediata podría ocasionarlos. La Municipalidad advirtió que el Templo de Santo Domingo y la Catedral de San Luis cuentan con problemas edilicios y opinó que se debe invertir de inmediato. El director de Patrimonio Histórico Municipal, Ricardo Menéndez Beneitone, dijo que le avisarán al Ministerio de Turismo y las Culturas.
No hubo un estudio que ampare esta aseveración aunque el arquitecto sostuvo su información en la simple mirada y en su experiencia profesional.
Según declaró el funcionario en el primer edificio se cayó parte de la fachada principal que da a la calle 25 de Mayo. “Es la primera construcción de ese tipo en la ciudad y hay que preservarla. Es débil por los materiales que se utilizaron en entonces para realizarla, está hecha de adobe”. Dijo que la base del edificio se hizo en 1780, en 1811 se reformó y en 1836 el gobernador José Gregorio Calderón realizó más refacciones y fue tan importante, que está sepultado allí junto a su esposa.
Mientras que en la Catedral, la piedra fundacional fue en 1883, comentó que se hunde parte del atrio, las escalinatas, columnas y techo de entrada. “Las autoridades eclesiásticas contrataron un equipo técnico de Mendoza para determinar las causas del hundimiento”, reconoció.
A las columnas del frente, que dan a Rivadavia, se les nota rajaduras como la que da a Pringles que tiene una raya de un metro y medio, y hasta a la que se puede pasar una tarjeta de crédito como si fuera un posnet. El funcionario indicó que desconoce la gravedad pero contó que las columnas tienen un fierro en su centro y que aparentemente perforaron los ladrillos que están en la base de lo que son las escalinatas.
“El terreno de San Luis es muy bueno para fundar una estructura pero sucede que las construcciones en siglos pasados se realizaban con menos cemento”, explicó el director municipal.
A fines del año pasado la Municipalidad se adhirió a la Ley Provincial de Patrimonio y, por ende, Menéndez Beneitone sostuvo que es de su competencia resguardar los bienes para que no se deterioren”.
El arquitecto, Manuel Shortrede, coincidió en que se debe mejorar la edificación. “Acá hay dos opciones: hacés como el Partenón de Grecia que se cayó y todos aprecian las ruinas o lo salvás. En Santo Domingo ya hubo una intervención que ensució la pureza del original pero le quedó con una alegoría y se lo utiliza para otro servicio”, explicó.
El jefe del Área de Patrimonio Histórico Cultural de la Provincia, Martín Baca, ya tiene un proyecto para revalorizar el Templo de Santo Domingo.
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