En la calle Chile al 168, justo a la vuelta del depósito vehicular municipal donde también funcionan las oficinas de la Subsecretaría de Seguridad Vial y Tránsito, un extenso galpón fue el lugar elegido para realizar los festejos del Día del Amigo. Los inspectores llegaron cerca de las 5 de la madrugada y debieron clausurarla porque no tenía habilitación alguna, vendían alcohol en el interior y no contaban con las medidas de seguridad correspondientes para fiestas de tal magnitud. Las largas filas de autos amontonados en los alrededores evidenciaron la gran concurrencia que estimaron en unas seiscientas personas Además, incautaron más de 200 botellas de diferentes bebidas alcohólicas.
"Tienen que ser en salones habilitados no en este tipo de lugares", remarcó Ludueña.
Fueron los mismos serenos de las oficinas y los efectivos de tránsito que avisaron a la Unidad de Coordinación e Inspecciones Municipales (UCIM) sobre el festejo. Es que para practicar los controles viales nocturnos necesitaban sacar las camionetas, pero los autos de los invitados obstruían los portones de salida. “Andábamos monitoreando porque por la fecha, suponíamos que iba a haber desbandes, ya que el horario de corte es a las 7, tal como en Navidad y Año Nuevo. Cuando llegaron los inspectores de turno, la cantidad de gente era impresionante. Les pidieron que corten la fiesta pero como no lo hacían solicitaron ayuda de la Policía de la provincia”, explicó Teresita Ludueña, al frente del organismo de control.
Según las descripciones de los municipales, el galpón fue ambientado como un boliche: luces de colores en el techo, disc jockey a cargo de la música y barras de tragos improvisadas con tablones cubiertos por sábanas. Con carteles hechos en cartulina indicaban las variedades de bebidas y cócteles que ofrecían y sus respectivos precios. También visualizaron cuatro baños químicos dispuestos en el interior.
“Era privada, pero clandestina porque no tenían habilitación alguna, menos en un galpón que es lugar de almacenamiento y depósito, no para una fiesta, porque puede haber diferentes riesgos de seguridad, alguien puede tirar o encender una bengala y si no tiene matafuegos puede haber cortocircuitos eléctricos. Tienen que hacerlas en salones habilitados no en este tipo de lugares”, alertó Ludueña.
La inspectora Mónica Sosa relató que los invitados habrían pagado una entrada previa, de unos 45 pesos, a partir de lo cual se los anotaba a una lista que servía de control en el ingreso.
Una vez constatada la inhabilitación para la celebración, con la ayuda de los efectivos policiales y personal de la Subsecretaría de Tránsito, retiraron a la gente de manera pasiva y colocaron la faja de clausura preventiva.
Incautaron seis packs de gaseosa cola de 2 litros y medio, cinco cajas de fernet, más una botella ya abierta, tres cajas de vodka y otras siete botellas más abiertas, cinco packs de energizantes de 24 latas cada uno, diecisiete botellas de champagne, catorce de espumante, 73 botellas de cerveza por 950 y tres cajones de 24 cervezas de menor tamaño, y otras treinta y dos botellas de diferentes aperitivos.
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