"De la Robocup nos llevamos conocimiento y ejemplos de vida"

Pusieron todo en la cancha, defendieron la celeste y blanca y ya tienen pensado armar equipo para buscar su revancha en el próximo mundial. No son los jugadores del equipo de Sabella, son los diez puntanos que  integran "Iron Fénix Team" e "Hydra’s Team", los dos grupos que viajaron a Brasil a la Robocup, la competencia de robótica más importante del planeta, que se disputó en João Pessoa entre el 19 y el 25 de julio. Los chicos volvieron a San Luis con nuevas ideas para aplicar en otra máquina el año que viene y hasta conocieron a jóvenes de otros países con los que intercambiaron consejos para mejorar sus proyectos.

“Rescato la forma en que nos unimos y cómo nos ayudábamos para que anduviera el robot", dijo Federico Cravero, integrante de uno de los equipos que compitió en la Robocup.

“Tuvimos algunos problemas, cosas que se nos pasaron por alto de programación, que si las hubiéramos visto antes, el robot hubiera andado un poco mejor. A medida que pasábamos las rondas, lo íbamos cambiando, pero teníamos que cumplir los horarios, por eso hacíamos modificaciones rápidas o que no afectaran al sistema en general”, dijo Andrés Córdoba, integrante de "Iron Fénix Team", el equipo que concursó en la categoría de rescate B y que también estaba compuesto por sus hermanos Ezequiel y Matías y Lucas Orozco. En ese nivel, el robot tenía que recorrer una pista con obstáculos, detectar víctimas y entregarles un kit de primeros auxilios. Realizaban tres pasadas por día, aunque la pista en la que concursaban las máquinas era siempre distinta.

Las dificultades que tuvieron con la máquina y el debut en la clase (el año pasado una parte del grupo había participado en la de rescate A) no lograron asustarlos. Todo lo contrario. Fueron un disparador para charlar con jóvenes de otras partes del mundo. “De la Robocup nos llevamos conocimiento y ejemplos de vida. Éste fue un viaje para ganar experiencia, buscar algo nuevo para participar en esa categoría, porque era nuestra primera vez”, dijo el joven de 17 años. Y agregó: “No sabíamos cómo resolvían otros equipos los problemas que nosotros teníamos. Al conocernos, nos contaban algunos secretos de tecnología que no les decían a otros”.

El grupo de Andrés quedó en el puesto 18, de los 27 que participaron en la categoría. Y a pesar de que no alcanzaron el podio, su proyecto de inteligencia artificial demostró que podía sortear cualquier impedimento. “El robot al principio se llamaba Iron Fénix, igual que el equipo, pero después lo cambiamos a Masche, por Mascherano, ya que en una parte que tenía que subir una rampa, se trabó y siguió con dos ruedas y al llegar arriba anduvo normal, como si no hubiera pasado nada. Al bajar le pasó lo mismo, pero con las ruedas de adelante. Entonces le pusimos ese nombre porque tenía mucha fuerza en los motores y a los obstáculos en vez de esquivarlos, los empujaba y los corría”, contó el muchacho.

Para "Hydra’s Team", la Robocup 2014 también fue una competencia de prueba. Y es que Martín Silva, Agustín Aranega, Santos Guidella, Lucas Delgado, Cristian y Federico Cravero concursaban por primera vez en el certamen. Lo hicieron en el nivel de rescate A y quedaron en el número 24 de un ranking de 45 grupos de diferentes países. “Quizás esperábamos que nos fuera un poco mejor, pero no nos pusimos mal. Me quedé conforme en general y quiero volver a participar”, comentó Federico.

Al igual que los chicos de "Iron Fénix", tomaron nota de los materiales que utilizaban sus contrincantes, de cómo se dividían las tareas en el grupo y de la forma en que los demás habían construido su robot. “Nuestro punto fuerte fue el compañerismo y lo más débil fue el cansancio que teníamos, estábamos medio jugados con el tiempo”, agregó el muchacho.

Qué dejó el certamen

Además de ropa y algunos regalos, los representantes de la delegación puntana trajeron en la valija nuevos conocimientos de Robótica, las baterías recargadas para volver a concursar y la posibilidad de haber compartido una semana con jóvenes de todo el mundo. “Yo valoro que conocimos chicos que estaban peor que nosotros en lo económico, como un chico de Uruguay, y a pesar de eso se esforzó y salió primero en el Superteam y se llevó el premio al mejor diseño de robot”, aseguró Andrés. Y destacó que ya está pensando cómo hará su máquina para el próximo torneo.

El  muchacho comentó que todos los integrantes del contingente de San Luis se hicieron amigos y disfrutaron de ir a Brasil juntos, casi como si fuera un viaje de egresados, mientras que Federico afirmó: “Yo rescataría la forma en que nos unimos, cómo nos ayudábamos entre nosotros para que anduviera bien el robot y estar tantos días sin dormir bien para alcanzar un objetivo”.