Llegarán hoy con sus dos robots a Montreal. El certamen se extenderá hasta el próximo sábado.
Este jueves partieron desde la terminal de San Luis los integrantes del grupo adolescente de robótica de la Universidad de La Punta (ULP), a Montreal, Canadá, para representar a la Argentina en la RoboCup, campeonato internacional donde participarán 35 países y 4 mil jóvenes con 5 mil robots, que empieza mañana y termina el próximo sábado. El Diario de la República habló con los integrantes del equipo, autobautizados como “Los Borbotones”, entre ellos Ana Paula Sosa, la primera mujer puntana que competirá en el torneo.
Por séptima vez San Luis participará en la categoría junior de la competencia con robots creados por el grupo de robótica de alta complejidad de la ULP, que está integrado por 6 chicos de escuelas secundarias de la provincia: Patricio Welch, Martín Silva, Ana Paula Sosa y Matías Torres de San Luis, Joaquín Villares Grendene de Merlo y Martín Rivarola de Villa Mercedes.
Iniciaron su viaje hacia Mendoza donde tomaron anoche un avión que los llevó a Chile, hoy harán su última escala en México y de allí saldrán a Montreal, Canadá, donde estarían llegando alrededor de las cuatro de la tarde. “Nunca antes había viajado fuera de Argentina y sin mis papás. Se siente una emoción muy linda representar al país, además de ser algo nuevo para mí”, comentó Ana Paula que compite por primera vez en el equipo.
En cambio Patricio Welch, que está hace varios años en el programa y que ya participó en RoboCups anteriores, se pone metas más altas y expresó: “Si bien es la primera vez que voy a Canadá, ya estuve en competencias internacionales como la de Colombia, Brasil y Japón. El año que viene se hace en Australia, por lo que sería una buena idea poder participar de esa también”. En el 2016 los chicos viajaron a Alemania y tuvieron una destacada participación. En el 2017 si bien no llegaron al podio en Japón, fue una experiencia muy enriquecedora, así lo afirmó uno de sus integrantes Martín Silva y agregó que “lo que rescatamos del año pasado es que sacamos buenas ideas, de cómo armar el robot para esta oportunidad y cuáles fueron los errores que se produjeron para poder mejorarlos”.
Los dos robots a escala que llevan son para la categoría de rescate, entre las varias que hay en la competencia. Uno es para la disciplina de “línea”, donde el circuito es guiado y el otro para la de “laberinto” que es sin ruta marcada. En ambos casos se simula con una maqueta un edificio derrumbado donde el robot deberá atravesar las distintas dificultades, como escombros y obstáculos, hasta encontrar una bola de metal que representa un cuerpo humano y regresarlo a salvo en la primera instancia mientras que en la segunda deberá llevar un botiquín de primeros auxilios. Para la última fase se mezclan dos equipos que hablan distintos idiomas, como requisito obligatorio, y se les otorga un desafío sorpresa, el punto se centra en la colaboración a pesar de la barrera idiomática. El país que logre sumar más puntos al final de la semana gana el torneo.
El objetivo de este programa es incentivar a los chicos para que estudien carreras duras tales como, ingeniería electrónica o computación, así lo explicó Mariano Luzza, coordinador de los Talleres de Robótica de Alta Competencia de la ULP. “Es para que ellos vean que si estudian la teoría pueden hacer cosas divertidas como esta competencia o crear artefactos como robots. Quizás en un futuro a escala real siguen una carrera universitaria orientada a esta temática”, se esperanzó.
Si bien la agenda de los chicos va a ser muy apretada en los próximos días, el profesor que los acompaña a la competencia, Fabricio Emder, dijo que “la idea también es visitar algunos museos y lugares históricos, pero todo va a depender de cómo vayamos de tiempo”.
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