Al introducir en forma subrepticia una exposición policial en reemplazo de ocho escrituras en su libro de protocolo la escribana Sara Quevedo de Chávez no siguió el procedimiento correcto y específico para dar cuenta de la desaparición de los documentos, explicó ayer la presidenta del Colegio de notarios de la provincia, Lucrecia Inés Soria.
La titular de la asociación profesional corroboró una afirmación de Sánchez Pagano al sostener que “el Colegio no tomó conocimiento de ese extravío hasta el allanamiento, cuando debió haber recibido una comunicación formal del escribano” en cuestión.
“Por eso atañe a cuestiones de la ética y de la custodia del protocolo, porque nosotros (el Colegio) tenemos el deber de custodia del documento público hasta que sea entregado”, explicó.
Soria explicó que todos los años la institución que los reúne les hace una inspección a los protocolos de los socios. “A esta escribana le hicimos la inspección en febrero y estaba todo ok, sin observaciones”, dijo. El 9 de mayo Quevedo de Chávez hizo la exposición policial con la que subsanó, a su modo, la ausencia de las escrituras. “Eso quiere decir que se extraviaron después de la inspección”, señaló Soria.
Es probable que para entonces la escribana cuestionada ya supiera que era investigada y por eso apeló a ese recurso, conjeturó Sánchez Pagano.
La comisión directiva del Colegio se reúne todos los miércoles. “Estuvimos en reunión la semana pasada y esta semana seguimos para ver cómo actuamos en este tema, porque aparte de la intervención de la Justicia hay una cuestión profesional que hay que ver si amerita un sumario o no”, dijo Soria.


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