La doma local fue premiada en La Rural de Palermo

El trabajo de un domador local vuelve a ser reconocido en las arenas más competitivas del país.  Adiestrado por Federico Bonilla en las tierras villamercedinas, el padrillo “Gete Atrevido” de Santiago Chavane se coló en las premiaciones de la Rural de Palermo y fue distinguido como Reservado Gran Campeón Macho de la raza Polo Argentino, en la categoría dos años.

Si bien las pruebas son libres, tienen que mostrar los trabajos básicos que el jinete va a necesitar del caballo en la cancha de polo.

Primero tuvo que competir contra sus pares, en una ronda en la que participaron ocho animales. Una vez que consiguió el pase a la final, batalló contra otros cinco más a los que les demostró su dócil virilidad bajo el mando de su entrenador, para que luego sea probado por un jurado de renombre, ilustres del deporte de reyes como Bartolomé Castañola y Carlos Ulloa.

“Las pruebas siempre son libres. Uno siempre respeta y demuestra los trabajos básicos que se necesitan en la cancha de polo”, aseguró Bonilla, orgulloso sobre su pupilo,  a quien recibió hace siete meses atrás.

Parece poco tiempo, pero fue suficiente para que el caballo recibiera una instrucción completa. “Ni bien llegó lo pusimos en un box para cuidarlo del frío y empezamos de a poco con los entrenamientos que duraban de 15 a 20 minutos por día; se le enseña todo el trabajo previo que después va a hacer en los partidos”, indicó al tiempo que comentó que estuvo siempre con la vista encima de los veterinarios. “Una vez que ya está listo, lo dejamos un mes y medio sin montar para que asimile todo lo que se le enseñó”.

Es que el alazán tostado si bien ya sabe todavía no tiene “la madurez” suficiente como para entrar a jugar los torneos de renombre. Así que después de haber cumplido con su trabajo, sus dueños ya lo mandaron a descansar al campo unos dos o tres meses. “Después comenzará de a poco a jugar hasta que en dos en tres años ya esté asentado como para ingresar a la alta competencia”, relató Bonilla aunque resaltó que todo depende de cómo sea su evolución.

Al igual que su alumno, Federico también se tomará unos días de descanso. Merecidos por el esfuerzo bien recompensado. Aunque no le durará mucho, por la reputación que suma nuevos clientes. “Alberto Pedro Heguy ya me mandó una yegua con excelente genética, para que el año que viene llevarla a la exposición”.

Esta polerita se sumaría a la tropilla que tiene bajo custodia. “Actualmente tengo unos 25 caballos y yeguas en entrenamientos. Algunos los estoy haciendo y otros ya los estoy entrenando para polo”, relató. Es que algunos confían el adiestramiento de sus animales para criarlos, pero los mismos criadores muchas veces le mandan ejemplares para que él los termine: “Para que les haga ese proceso de dos o tres años que necesitan para ser deportistas”.

Herencia familiar

El premio sumó otra medalla más a la historia y al prestigio de su familia. De hecho Federico destacó que al igual que su hermano Arial, su profesión la heredó de su padre quien ya tiene una trayectoria de más de 40 años en el circuito de adiestramiento. “Al principio trabajábamos los tres juntos. Logramos muchísimo, obtuvimos muchísimos premios en Río IV, en Villegas y también en Palermo, con “La Diosa” y “Dolfina Toro”, que ganó dos veces el Abierto Argentino de Polo”, contó.

Pero después de un tiempo, con las cosas claras y los lazos afectivos igual de unidos, decidieron separarse. Hoy trabajan cada uno por su lado, aunque se encuentran en más de un certamen. De ahí que Federico agradeció especialmente a su familia a Santiago Ballester, actual intendente de Batavia y gran apostador del proyecto de los mercedinos, y  por su puesto a “Santiago Chavane, quien confió mandarme el caballo”.