Hannah Barnes imparable: se quedó con la segunda etapa del Tour Femenino

Hannah Barnes es una máquina de ganar. Ganó todo lo que corrió en San Luis. Hoy sprintó más rápido que todas y se quedó con la segunda etapa del Tour Femenino que se corrió por caminos de Villa Mercedes. Hizo un tiempo de 1h55'20" para recorrer los 74,10 kilómetros. El podio lo completaron la chilena Paola Muñoz (Bontrager 2122) y la italiana Arianna Fidanza (Ale Cipollini).
La prueba fue exigente, no por el  circuito, sino por el calor. Las ciclistas fueron a pelotón agrupado gran parte de la competencia, pero la estrategia de carrera cambió cuando hubo una rodada a la altura de Villa Reynolds. Diez competidoras sufrieron una caída y ahí se rompió la caravana multicolor, no por fugas, sino por imponderables de la competencia.
Las italianas tiraron en la punta de la carrera, pero sin escaparse, porque cada vez que alguna aumentó el ritmo para intentar hacer una diferencia, la caravana se movió al mismo ritmo e impidió cualquier sorpresa. Parece que las chicas aprendieron la lección del año pasado cuando en el llano Alison Powers se escapó, no la salieron a buscar, y la estadou-nidense sacó una brecha que después se hizo imposible de descontar.
Clemilda Fernandes fue otras de las que estuvo en la delantera, la brasileña sabe que su equipo es compacto y fuerte, por eso no quiere quedar lejos en las etapas inaugurales, para después salir a buscar la diferencia en la crono y en la altura.Cuba fue la que más sufrió la carrera. Varias chicas de la selección caribeña estuvieron en la rodada y tuvieron que hacer demasiado esfuerzo para repuntar y conectar el pelotón.
Las italianas, cuando se dieron cuenta que las cubanas estaban lejos, apuraron el ritmo para sacarles más diferencias y dejarlas atrás. Era la chance de sacarse una rival directa de encima, pero fue un espejismo. En menos de diez kilómetros, la caravana fue agrupada una vez más. Primero fueron interceptadas por Claudia Baro y más tarde por el resto, y en ese segundo grupo venía la Xiraya Débora Haedo.
Italia, después de dominar en las metas volante con Elena Cecchini, dejó de marcar el rumbo, ese lugar de privilegio quedó en manos de Cuba, las Xirayas y Brasil, que ocuparon el ancho de la carpeta asfáltica para tapar a las que venían atrás. Cuando quedaban nueve kilómetros de competencia, el Unitedhealthcare, metió sus bicis adelante para hacerle el hueco a Barnes.
Entraron a la recta final, las estadounidense les fabricaron el espacio a Hanna, que ubicó la bici, se paró sobre los pedales y se fue para adelante. La última cuadra fue un paseo de la británica. Le sacó dos bicis a Paola Muñoz, que a pesar de sprintar muy bien, nada pudo hacer con la chica que tiene el dorsal número 4. Tercera quedó Fidanza, del Foton Servetto.
Fue una carrera atípica. Rara. Con muchos condimentos. El pelotón se rompió ante de lo previsto. Hubo una rodada masiva y varias pinchaduras que obligaron a las ciclistas a perder terreno y hacer un esfuerzo mayúsculo para meterse en la punta.
Hannah Barnes, la británica rubia, simpática y cara de nena, demostró su jerarquía. Con apenas 21 años ganó todo lo que corrió en tierra puntana.
Cuando cruzó la meta cómoda. levantó los brazos. Recibió el cariños de la gente. Se sacó fotos con los fanáticos. Y después se puso a pensar en la etapa de hoy que será en Merlo.
La británica es una fenómena. Una sprinter de lujo que a la hora de embalar está un par de escalones más arriba que sus rivales.