Las zonas turísticas de El Volcán lucen abandonadas

La desidia municipal en la que se ve envuelto El Volcán suma otro capítulo. Un recorrido de El Diario por la localidad dejó en evidencia la poca inversión para el turismo, el nulo mantenimiento de los espacios públicos y el perjuicio que eso le ocasiona al pueblo. Los vecinos aseguran que el río está contaminado por los desagües cloacales, que se filtran a través de la tierra a causa del abandono que presentan las dos plantas de tratamientos de efluentes.
“Hay muchas cosas que se han dejado de lado. Antes, por la vera del río se podía circular bien,  ahora hay suciedad y ramas caídas. La gente deja todo tipo de residuos, especialmente pañales y botellas. Hay un problema de alcohol y droga importante, ya que no está regulado. En los balnearios, tanto ‘La Hoya’ como ‘El Badén’, y ‘El salto colorado’  toman alcohol, están sacados y se pelean. Algún día va a cobrarse una vida”, comentó un vecino, quien pidió resguardar su identidad por temor a represalias. En El Badén las mesas de cemento  están rotas y las churrasqueras totalmente corroídas. Además hay pocas instalaciones, no se ven baños ni proveedurías. “El turista no viene acá, cuando no hay lugar en otro lado viene a dormir, pero durante el día se va a otro municipio en busca de paz”, agregó.
Lo peor es el color y olor del agua, cubierta de una densa espuma producto de la contaminación. “Yo veo nenes bañándose y es terrible. No podemos poner un cartel que diga ‘prohibido bañarse, agua contaminada’ porque sentás un precedente por el resto de la historia y no va a venir más gente, y acá muchos viven del turismo”, contó otra vecina. Para pasar la tarde al lado del río el Municipio cobra $30 por auto. En esa misma zona hay una cancha de fútbol y un playón destinado a los chicos, pero carece de mantenimiento y ante la menor lluvia se inunda. “La seguridad es muy poca, al no estar urbanizado y no tener Concejo  Deliberante no contamos con efectivos. La Policía tiene cuatro personas y con eso tienen que pasar un verano”, agregó.
Los lugareños explicaron que el río está contaminado porque al dique La Estrechura van a parar los residuos cloacales de Estancia Grande, que posee una planta que se ubica al lado del río que llega allí. Además, las dos plantas de cloacas que hay en El Volcán, ubicadas en el barrio 24 Viviendas y en el Barrio Madre Teresa de Calcuta, no funcionan. “En el 24 viviendas hay un olor insoportable. En esa planta no hay motores, se junta la materia fecal y queda a cielo abierto, a pasos de los vecinos. En realidad no funcionan como cloacas, directamente es un reservorio del desperdicio. Además creemos que ya están corroídas las piletas y se filtra por la tierra hacia el río”, explicaron. El Diario pudo registrar el abandono de la planta, cubierta de pastizales y totalmente rebalsada. Mientras que en la otra vecindad “tiran a la calle las aguas servidas”.
“Hay gente que llega y se va porque no se pueden bañar. Además, al no tener orden, todos los vecinos de la ‘banda norte’ también  vuelcan sus residuos de los desagües al agua. No hay control. Se tiran la pelota entre el municipio y San Luis Agua, alguien se tiene que hacer cargo”, indicó la vecina. En La Hoya el panorama es igual. Predomina el agua color marrón oscuro, con espuma y olor nauseabundo.