Para el forense, Jair Luchessi murió a causa de una golpiza

"No me cabe la menor duda, lo que sufrió el menor fue producto de un maltrato reiterado" Ricardo Torres, médico forense

Al médico forense Ricardo Torres no le cabe la menor duda: Jair Luchessi murió de un shock hipovolémico y a ese sangrado incontrolable lo provocó una severa trompada en el abdomen. Ese dato junto con el que la criatura era víctima de un maltrato permanente lo pudo confirmar a través de una segunda autopsia.

Al estudio lo había pedido la defensa de la principal sospechosa por la muerte del nene, su madre Liliana Luchessi. Su abogado, Pascual Celdrán, había planteado la realización de una nueva necropsia, más pormenorizada, para determinar, entre otros detalles, de qué falleció el menor y qué pudo haberlo producido.

La llevaron a cabo el viernes 5 de diciembre. Alrededor de las 10, el cajón fue retirado del nicho y trasladado a una sala, ubicada a la derecha de la entrada principal del Cementerio Municipal de Villa Mercedes y al frente de su capilla. A la vista de un perito de Criminalística, que tomaba fotografías, el forense Ricardo Torres y sus colaboradores de la Primera Circunscripción practicaron la autopsia, que duró una hora y media.

"Encontré un traumatismo en la parte externa del abdomen, con una impronta de puño. Esto produjo lo que se conoce como un efecto acordeón, es decir cuando el agresor introdujo el puño eso hizo que la parte visceral chocara con la columna vertebral", describió el forense.

Esa violenta y contundente lesión fue la que, según sus conclusiones, "rompió los vasos mesentéricos y generaron una gran hemorragia. Ese sangrado en napa, que va produciéndose con el tiempo, es el que le provocó la muerte", explicó.

Uno de los puntos que la defensa solicitó fueran confirmados eran las quemaduras de cigarrillos que, según la primera autopsia, el nene evidenciaba en distintas partes del cuerpo. "Extrajimos un pedazo de piel y determinamos que era una lesión de quemadura. Las identificamos normalmente porque la piel se pone fibrosa y dura", abundó Torres.

En su revisión el médico corroboró, además, los traumatismos que enumeró el primer estudio hecho por su colega, Alba Pereira.  "Pude observar otra lesión, importante, en la zona del mentón y algunas en el rostro, que eran producto de golpes", subrayó.

"Con la experiencia que tengo no me cabe la menor duda: lo que sufrió la criatura fue producto de una golpiza, de un maltrato que no sucedió un día, sino que fue reiterado", resaltó el especialista.

"Fue un manoseo de gusto"

Lo que para Torres es certeza, al abogado de la acusada le deja mucho que desear. A entender de Celdrán, la segunda necropsia “no dice nada”, fue hecha “sin tiempo o sin ganas” y es una prueba más de que la Justicia no tiene intenciones de averiguar qué le pasó realmente a Jair.

"La autopsia, de manera muy pobre, en media carilla, repite lo que dice la primera. Dice que había moretones y nada más, no dice nada. O sea que exhumaron el cuerpo y lo manosearon de gusto", comprendió.

"El primer estudio fue, como lo son en todos estos casos, muy rápido. Por eso pedí otro más, con mayores detalles y precisión, porque lo que se está jugando acá es la vida de una madre, la cual si es inocente no sólo sufre porque se le murió un hijo sino que puede pasar el resto de su vida en una prisión. Entonces, la seriedad que implica un caso como éste exige un mayor interés por parte del médico forense y, sobre todo, del juez y de la fiscal que brillan por su ausencia", comentó.

El representante de Luchessi adelantó que, a raíz de estos resultados, no solicitará más pruebas sino que se enfocará en llegar lo más rápido posible al juicio oral. "Estoy viendo si los parientes de Liliana colaboran, y yo mismo voy a poner de mi bolsillo para traer peritos de afuera, que corroboren lo que digo en el debate oral. Es más, voy a poner mi brazo en el juicio para que lo quemen 200 veces y lo comparen con lo que ellos dicen son quemaduras", dijo.