Piden más frecuencia de los recolectores en el ATE III

El olor a putrefacción todavía dominaba la escena ayer en el descampado de las calles Narciso Gutiérrez y Esteban Adaro, en el barrio ATE III, donde los vecinos, hartos de la ausencia de los recolectores municipales, decidieron cortar la intersección el martes. La bronca se debió a que en la semana de las Fiestas, la recolección brilló por su ausencia y se agudizó un problema que es cotidiano: el contenedor que deja la Intendencia no alcanza porque vienen personas de otros barrios a dejar desperdicios. 
Los vecinos explicaron que vienen frecuentemente de una carnicería a desechar productos en descomposición, a lo que se agrega gran cantidad de cubiertas de una gomería cercana, escombros y desperdicios de una verdulería que se mezclan con los residuos domiciliarios. Incluso reciben la visita de cartoneros que aprovechan el basural que se genera para separar los productos que comercializan. El Diario de la República constató ayer aún la presencia de huesos de vaca, bolsas con carne descompuesta y cuero desperdigados en la zona. 
La Comuna, tras el corte, limpió el lugar y retiró el container que fue incendiado, según dijeron vecinas que estuvieron en la manifestación, por “inadaptados”.  
Florinda vive en un monoblock que está justo enfrente de donde se acumula el basural. Y aseguró que se acercan camionetas con sus cajas cargadas al tope, descargan sobre el contenedor y lo rebalsan en pocos minutos. “Se llena con cosas que no es de la gente de acá. Es más, cuando estábamos manifestando vino uno y tiró sin problema. El año pasado también cortamos la calle por esto, y nosotros pagamos los impuestos para que limpien. Hicimos varios reclamos porque ya se estaban juntando ratas”, describió. Y señaló que una posible solución es que desplieguen inspectores por la ciudad para que controlen y multen a los infractores. “Hay que cambiarle la cultura a la gente”, consideró.