No hubo acuerdo y sigue la toma de la panadería Crocantes

Frente al delegado del Programa Relaciones Laborales, Andrés Fernández, el representante del gremio de panaderos (Fauppa), Darío Martinelli solicitó el pago de las indemnizaciones que por ley les corresponden a los 24 empleados de la panificadora, pero el abogado Hugo Cozzolino respondió que “la empresa no tiene fondos para afrontar ese gasto”. La panificadora tenía hace 15 años su local sobre  avenida Illia, a metros de Chacabuco, y sin aviso fue clausurada por su dueño.

Martinelli confirmó que la respuesta que recibieron fue “no hay plata. Entonces le pedimos encarecidamente que el viernes traigan una propuesta acorde a este reclamo porque nosotros no nos vamos a mover del local”. También aclaró que no les pidieron que se retiraran del lugar, “porque según dijo Cozzolino, ellos lo alquilaban y ya no tienen nada más que ver con ese edificio”. 

Los trabajadores registrados que quedaron en la calle son 20, mientras que otros 4 estaban contratados en situación irregular. Según el sindicalista, “todos cobraron el sueldo de setiembre, pero les resultó extraño que el dueño les avisara que el domingo 11 y el lunes siguiente, que era feriado, no iban a abrir; algo que no era habitual cuando se trataba de un fin de semana largo. Eso fue lo que generó la curiosidad de una de las empleadas que el domingo al mediodía vio cómo se llevaban las heladeras y enseguida le avisó al resto de sus compañeros. Por eso lograron frenar la mudanza y desde ese momento empezó la toma pacífica del negocio”.

El delegado normalizador del gremio explicó que “el dueño, Raúl Lucas, no tiene nada a su nombre; en cambio su hermana Mari Carmen tiene a su esposo como el propietario de la sucursal de calle San Martín (casi esquina Belgrano) que figura como El Fundador SRL. Mientras que la pizzería que está al lado de la Terminal de Ómnibus ahora es propiedad de sus suegros, por lo que entendemos que la  familia tiene recursos para afrontar el pago y de algún lado tendrá que conseguirlos”. Y aclaró que “es muy raro que de un día para otro Lucas no tenga nada y acto seguido decida cerrar la empresa. Porque en ese caso la SRL denominada Crocantes fue vaciada y no tendría nadie que se haga cargo”.

Otro punto que se trató en la reunión de ayer en Relaciones Laborales fue el monto de las indemnizaciones, que Martinelli estimó en “dos millones de pesos”. También dijo que “el delegado de primera circunscripción se limitó a escuchar a las partes y redactar el acta de la reunión donde dejó constancia de que el viernes volveremos a reunirnos”. En caso de que la postura de la firma sea inflexible, el delegado de los panaderos anticipó que “lo único que queremos es que aparezca el dinero, aunque sea una parte para poder irnos del local. Pero si no cambian, vamos a seguir apostados en la panadería de manera pacífica hasta que consigamos una solución. Porque desde que comenzó este conflicto hemos decidido todas las acciones en conjunto y así nos mantendremos”.