Choque de planetas entre Alfredo Casero y Alberto Rodríguez Saá

Por fin se produjo el encuentro tan esperado. Alfredo Casero y Alberto Rodríguez Saá pasaron una mañana completa en "Planeta Xilium", el programa de radio y televisión que se emitió ayer, y hablaron de todo un poco: arte, cultura, música, política y puntanidad pasaron por las palabras de dos hombres que, según se notó, disfrutaron de la charla.

En la edición de mañana de ETC, más definciones de Alfredo Casero en Planeta Xilium. En este caso sobre su relación con la provincia y con los habitantes de San Martín.

El largo abrazo que se dieron los dos protagonistas pasado el mediodía fue el final amistoso de una conversación que hacía mucho tiempo se debían. Alberto y Alfredo dijeron admirarse mutuamente, intercambiaron música y se contaron anécdotas de sus intensas vidas.
Cargado de ingenio, como a lo largo de toda su carrera, Casero explicó que eligió San Luis para vivir por un llamado de su alma hacia la tranquilidad. Y que pasó poco tiempo para que se enamorara de la provincia, pese a que cuando compró el campo para su nueva vida, estaba convencido de que la estancia estaba en Córdoba.
"Todas las señoras que me paran, en los comercios, en el peaje, donde sea, son parte de un amor infinito que encontré", sostuvo el actor, quien para reafirmar su estadía en la provincia anunció nuevamente la inauguración de "Un perro con sombrero", el bar que tendrá en San Martín, la localidad donde está viviendo.
El creador de "Cha cha cha", el programa que revolucionó el humor en la Argentina, dijo que le encantaría que los puntanos fueran a su espacio y, por supuesto, invitó a Rodríguez Saá a visitarlo. Además de asegurar su presencia en el espacio cultural -que según dijo Alfredo podría abrir en noviembre-, el candidato a gobernador señaló que pronto irá a la localidad en el marco de su gira de campaña.
Con los cordones de las zapatillas desatados y el jopo con el que adornó su peinado más batiente que nunca, Casero se mostró simpático y con ganas de contar las sensaciones con que se encontró desde que está radicado en la provincia.
Durante el programa, el actor recitó al poeta Cátulo en latín, contó sus proyectos en la actuación, habló mucho de boxeo y béisbol, explicó porqué está alejado de la televisión y alabó la manera de hacer política de Alberto. "Una vez estaba viendo televisión y apareciste con la barba candado, el pelo largo, diciendo que lo estaba pasando era la 'mangerización' de la política. Me pareció fabuloso", le contó el intérprete al conductor. 
A su llegada  a la provincia -contó el invitado- empezó a ver "los caminos de San Luis" y a entender el lugar. "No veo las acciones que hiciste vos -le dijo a  Alberto- y tu hermano Adolfo como políticas, las veo como acciones", sostuvo y agregó que la política es la forma en que se llegan a las acciones pidiendo el permiso de alguien. "Cuando uno tiene la libertad de la creatividad, de poder plantarse frente a la nada y decir: acá necesito un camino y hacerlo, y verlo; la belleza viene sola".
Acaso en la decisión más determinante de su carrera, Alfredo optó por no hacer más televisión porque no le interesa y desistió de hacer un show en el teatro Astral. "Estoy viviendo acá todo el tiempo, no quiero que nadie me saque de mi casa".
El inicio de la charla estuvo dominado por los sueños, luego de que Alberto le dijera a Alfredo que Planeta Xilium es un planeta de sueños. "Yo separo los anhelos de los sueños. Los anhelos son el sueño presupuestado. Cuando uno sueña primero luego lo que hace es presupuestar ese sueño. Hacer un cálculo de posibilidad para poder cumplirlo", explicó.
Durante la charla Casero dijo que ser artista es un don que da la vida y contó que recientemente terminó de leer un libro de Juan Sáez Valiente que le marcó una nueva visión.
Un experimento con diversos artistas que se reunieron en su casa de Las Chacras fue el primer indicio que le hizo comprender a Alfredo que algo fuerte le pasaba con la provincia, aunque los primeros meses fueron de enseñanza. Sin hacerlo despectivamente, el actor llama "chuncanos" a quienes conviven con él en San Martín. "La primera vez que hablé con un chuncano, de verdad, pensaba que me estaba cargando", recordó.
En uno de los momentos más ricos de la charla, el actor recordó una anécdota que le hizo ver una diferencia muy importante en su vida. "Una vez que escuchaba dar las explicaciones de una obra, cuánto se había gastado y cuántos habían trabajado, pensé que esa persona tenía claro lo que gastó y no gastó de más. Ésa es la diferencia entre lo faraónico y lo bello. Siempre los grandes ególatras que llegan a los puestos, los ávidos, dicen que quieren hacer el Tercer Reich y lo quieren hacer grande y que tenga su cara", concluyó.