Durante dieciocho minutos el represor Luciano Benjamín Menéndez declaró ayer en el segundo juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en San Luis durante la última dictadura cívico militar (24 de marzo de 1976 al 10 de diciembre de 1983). Desconoció la autoridad del Tribunal Oral Federal para juzgarlo y asumió la responsabilidad por el accionar de sus subordinados de quienes dijo “simplemente cumplieron las órdenes impartidas y actuaron en defensa de la constitución y la democracia porque aquél era el tiempo de las armas”. Además, reiteró que los “relevaba de cualquier cargo porque al único que deben juzgar es a mí”.
A través de una videoconferencia desde Córdoba, el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército participa del debate oral porque es el único imputado que falta juzgar. Se lo acusa de 29 hechos de privación abusiva y agravada de la libertad, 29 hechos de tormentos y 11 homicidios calificados, de los cuales cinco de esas víctimas permanecen desaparecidas. También se le adjudica la autoría mediata de estos hechos debido a que San Luis ocupaba la zona 3 de su comandancia que además, comprendía a 10 provincias.
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