Vecinos de Juana Koslay piden un puente para no quedar aislados

Unas diez familias que viven detrás del Ave Fénix, en Juana Koslay, deben caminar todos los días más de diez kilómetros para cruzar al otro lado de la ciudad. Su barrio está separado de los demás por el río, que costea toda la localidad. Con las intensas lluvias, su caudal creció, impidiendo que crucen por la ya deteriorada pasarela que usaban. “Tenemos varios vecinos que son mayores, que tienen unos ochenta años, y tienen que caminar todo eso para ir a comprar mercadería. Le hemos pedido al Municipio que arregle el puente, que quedó más corto y además el agua lo movió de lugar, pero no nos escuchan. La otra opción que tenemos es cruzar por el río, pero son unos seis metros más o menos de ancho y setenta centímetros de profundidad, y terminamos todos mojados”, contó Mónica Rojo, una de las damnificadas.
El barrio está ubicado detrás del complejo deportivo, en cercanía a Las Acacias y Las Palmeras, otras dos vecindades de la zona. “Antes teníamos una pasarela. Pero ahora se ensanchó el río y el puente ése quedó chiquito. Cuando no está crecido pasamos, pero igual nos mojamos. Ahora, directamente es imposible”, contó la mujer. Para cruzar a la ciudad deben caminar por la ruta 9 y dar toda la vuelta, hasta salir por San Roque o por la Comisaría 5ª. “Cuando llueve directamente los chicos no van a la escuela porque no pueden caminar todo eso solos. Tenemos un colegio a dos cuadras donde asisten la mayoría de los niños y es irrisorio que tengamos que hacer diez kilómetros”, agregó. Y explicó que el río suele crecer más de un metro. Incluso, relató que tenían una entrada de autos, que se rompió y quedó conformada una barranca, “porque el agua que salía de la cancha de rugby venía por ahí y socavó todo”.