Músicos de todos los estilos brillaron en la fiesta de Villa Larca

Nombre por nombre, artista por artista, el festival de Villa Larca fue uno de los más relevantes que se realizó en la provincia. Pimpinela, Luciano Pereyra, Cuti y Roberto Carabajal, La Callejera y Chipote -un grupo cuartetero que se separó de Banda XXI- conformaron una grilla convocante y variada.
La suspensión del sábado a la noche por una lluvia que se extendió hasta la mañana del día siguiente hizo que la cartelera del domingo se poblara de estrellas. El sábado alcanzaron a tocar los divertidos cordobeses de "La callejera" (un grupo que va a camino a la consagración) y los merlinos de "Luz del alma", que fueron la revelación el año pasado y se despidieron con "Malagueña salerosa".
Cuando el ballet integrado por personas de la tercera edad de la localidad estaba mostrando sus aptitudes, el agua hizo imposible la continuidad de la fiesta, primero por obvias razones climáticas y luego porque la cuestión técnica consideró peligroso reanudar. De todos modos, las precipitaciones se extendieron.
Antes del diluvio, unas diez mil personas poblaron el Polideportivo Municipal de la bella localidad del Valle del Conlara y le dieron un marco impresionante a la octava edición del Festival de los Artesanos de la Costa de los Comechingones. Los stand diseminados en los costados generaron un movimiento especial de visitantes.
Un dato relevante es que esa noche -que hasta que llegó la tormenta tenía un clima espléndido- los ocupantes en el Polideportivo esperaron hasta último momento la posibilidad de ver a Pimpinela.
El deseo se materializó la noche siguiente, cuando el dúo de Lucía y Joaquín Galán abrió -cerca de las 20- la serie de espectáculos en el escenario Tomás Aquino Villegas, que debe su nombre a un histórico bandoneonista de la localidad. "Ellos tuvieron un gran gesto al quedarse un día más para actuar ante su público, pese a que tenían otros compromisos", dijo Arnaldo Lastra, el intendente de Villa Larca.
El domingo fue un día de artistas nacionales en el festival. Después de que Pimpinela terminara sus discusiones matrimoniales cantadas, otro dúo de hermanos se hizo dueño del escenario: Cuti y Roberto Carabajal llegaron con chacareras y un show digno de los mayores festivales del país.
La reprogramación hacia el domingo hizo que los números locales que estaban anunciados tuvieran que suspender sus actuaciones. El intendente aseguró que en breve habrá una nueva fecha para que puedan presentarse.
Otro punto alto en la octava edición del festival fue la llegada de Luciano Pereyra, el cantante melódico que llamó a miles de espectadores hasta Villa Larca. A caballo de sus hits de siempre, el joven recibió el aplauso y el cariño del público y hasta se animó a filmar con su celular una canción con tomas propias y de la gente, que ayer a la mañana ya estaba subida a su Facebook.
Así como los organizadores destacaron el gesto de Pimpinela de quedarse un día más, resaltaron la actitud de Pereyra de compartir equipos y tiempo con sus colegas, para agilizar el show y hacer posible que dos números centrales compartan jornada. Incluso, el cantante tuvo que probar sonido dos veces por esa situación.
A esa altura, unas 15 mil personas llenaron el Polideportivo e hicieron muy difícil la circulación en el inmenso predio. Casi sin darse cuenta, la convocatoria al festival llegó a sextuplicar la cantidad de habitantes del pueblo.
En realidad, los espectadores deben contarse por muchos más ya que fue muy claro que una vez que el set de Luciano finalizó, las personas mayores dejaron el Polideportivo, pero la renovación llegó por parte de los jóvenes, que esperaban ver a "Chipote", la banda sensación del cuarteto cordobés. Con ellos, hubo baile hasta las cuatro y media de la mañana.